Cuando Hadad supo, en Egipto, que David y Joab habían muerto, pidió permiso al faraón para regresar a Edom.
1 Reyes 11:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―¿Por qué? —le preguntó el faraón—. ¿Qué es lo que te falta aquí? ¿En qué te hemos defraudado? ―Todo es maravilloso —contestó—, pero aun así me gustaría regresar a mi tierra. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Faraón le respondió: ¿Por qué? ¿Qué te falta conmigo, que procuras irte a tu tierra? Él respondió: Nada; con todo, te ruego que me dejes ir. Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Por qué? —le preguntó el faraón—. ¿Qué te falta aquí que deseas regresar a tu tierra? —Nada —contestó él—, pero aun así, te pido que me dejes regresar. Biblia Católica (Latinoamericana) El faraón le respondió: 'Si nada te falta a mi lado, ¿para qué vas a volver a tu país?' Le dijo: 'Es cierto que nada me falta, pero, déjame volver'. Hadad regresó pues a su país lleno de odio contra Israel, y llegó a ser rey de Edom. La Biblia Textual 3a Edicion El Faraón le preguntó: Pero, ¿qué te falta conmigo para que procures irte a tu tierra? Y él respondió: Nada; pero de todos modos déjame ir. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondióle el Faraón: '¿Qué te falta a mi lado, para que quieras volver a tu país?'. Él respondió: 'Nada; pero déjame partir'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le respondió Faraón: ¿Por qué? ¿Qué te falta conmigo, que procuras irte a tu tierra? Y él respondió: Nada; con todo, te ruego que me dejes ir. |
Cuando Hadad supo, en Egipto, que David y Joab habían muerto, pidió permiso al faraón para regresar a Edom.
Otro de los enemigos de Salomón, a quien Dios levantó con poder, fue Rezón hijo de Eliadá. Rezón fue un servidor de Hadad Ezer, rey de Sobá, pero lo abandonó y huyó del país.
¡Deja el enojo! Aparta la ira, no envidies a otros; con ello sólo te perjudicas.
El hombre que se aleja de su hogar es como el pájaro que se aleja de su nido.
Oh pueblo mío, dime: ¿He sido acaso injusto con Israel? ¿He sido para ellos como tierra mala y egoísta? ¿Por qué entonces dice mi pueblo: «Por fin nos vemos libres de Dios, jamás volveremos a tener nada con él?».
Pedro dijo con insistencia: ―Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré. Y los demás dijeron lo mismo.
Luego, Jesús les dijo a todos: ―Cuando los envié sin dinero ni bolsa ni sandalias, ¿les hizo falta algo? Respondieron: ―Nada.