Al tercer día llegó un hombre del campamento de Saúl con su ropa desgarrada y con polvo en su cabeza, en señal de dolor. Cuando estuvo delante de David, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, como muestra de respeto.
1 Reyes 1:53 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces el rey Salomón lo hizo llamar, y ellos lo sacaron del altar y lo llevaron ante él. Adonías llegó y se inclinó delante del rey, y entonces Salomón le ordenó que se fuera a su casa. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y envió el rey Salomón, y lo trajeron del altar; y él vino, y se inclinó ante el rey Salomón. Y Salomón le dijo: Vete a tu casa. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el rey Salomón mandó llamar a Adonías, y lo bajaron del altar. Adonías llegó y se inclinó respetuosamente ante el rey Salomón, quien lo despidió diciéndole: «Vete a tu casa». Biblia Católica (Latinoamericana) El rey mandó gente para que lo bajaran del altar, y Adonías fue a postrarse ante el rey Salomón. Este le dijo: 'Regresa a tu casa'. La Biblia Textual 3a Edicion El rey Salomón ordenó que lo hicieran bajar del altar, y él vino y se postró delante del rey Salomón; y Salomón le dijo: Vete a tu casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey Salomón mandó que lo bajaran del altar; y él fue a postrarse ante el rey Salomón, el cual le dijo: 'Vete a tu casa'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y envió el rey Salomón, y lo trajeron del altar; y él vino, y se inclinó ante el rey Salomón. Y Salomón le dijo: Vete a tu casa. |
Al tercer día llegó un hombre del campamento de Saúl con su ropa desgarrada y con polvo en su cabeza, en señal de dolor. Cuando estuvo delante de David, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, como muestra de respeto.
Pero el rey David ordenó que Absalón se fuera a su propia casa, pues no quería verlo nunca. Por eso, Absalón se fue a su casa sin ver al rey.
Después de dos años de estar en Jerusalén sin presentarse ante el rey, Absalón
Joab le comunicó al rey lo que Absalón había dicho. Al fin, David citó a Absalón, y este fue y se inclinó delante del rey, y David lo besó.
Betsabé se inclinó delante del rey, quien le preguntó: ―¿Qué quieres?
Betsabé hizo una profunda reverencia delante de él nuevamente y exclamó: ―¡Gracias, señor mío! ¡Quiera el Señor que el rey viva para siempre!
Entonces Salomón dijo: ―Si se comporta debidamente, no sufrirá ningún daño, pero si no, morirá.
A medida que se acercaba el tiempo de su muerte, el rey David hizo estos encargos a su hijo Salomón:
Después el rey mandó a buscar a Simí, y le dijo: ―Edifícate una casa en Jerusalén, y no salgas de la ciudad por ningún motivo. En el momento en que salgas y pases el arroyo de Cedrón, morirás, y toda la culpa será tuya.
Hijo mío, teme al Señor y honra al rey, y no te juntes con los rebeldes.