y envió al profeta Natán a que les dijera: «En mi honor, ese niño debería llamarse Jedidías (Amado del Señor)».
1 Reyes 1:26 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Pero ni el sacerdote Sadoc, ni Benaías hijo de Joyadá, ni su hijo Salomón, que es muy fiel a usted, ni yo fuimos invitados. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Pero ni a mí tu siervo, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaía hijo de Joiada, ni a Salomón tu siervo, ha convidado. Biblia Nueva Traducción Viviente pero a mí no me invitó, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaía, ni a tu siervo Salomón. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero yo, tu servidor, el sacerdote Sadoc, Benaías, hijo de Yoyada, y tu servidor Salomón no fuimos invitados. La Biblia Textual 3a Edicion Pero no me ha llamado a mí, tu siervo; ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaías ben Joiada, ni a tu siervo Salomón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero no han invitado ni a mí, tu siervo, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaías, hijo de Joadá, ni a tu siervo Salomón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero ni a mí tu siervo, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaía, hijo de Joiada, ni a Salomón tu siervo, ha invitado. |
y envió al profeta Natán a que les dijera: «En mi honor, ese niño debería llamarse Jedidías (Amado del Señor)».
David le dijo al profeta Natán: ―Mira, yo estoy viviendo en este hermoso palacio de cedro, mientras que el cofre de Dios está en una carpa.
Sadoc hijo de Ajitob, y Ajimélec hijo de Abiatar eran los sacerdotes; Seraías era el cronista;
Benaías hijo de Joyadá, era el jefe de la guardia personal del rey, la cual estaba compuesta de quereteos y peleteos. Los hijos de David ayudaban en el culto.
Pero no invitó al profeta Natán, ni a Benaías, ni a los valientes que habían peleado a lado del rey, ni a su hermano Salomón.
Él ha celebrado su coronación sacrificando bueyes, becerros y muchas ovejas, y ha invitado a todos los hijos del rey, y también al sacerdote Abiatar y al general Joab. Pero no invitó a Salomón, que ha sido un servidor muy fiel a usted.
¿Ha sido hecho esto con su consentimiento? Porque usted no le ha dicho a este siervo suyo a cuál de sus hijos ha elegido para que lo suceda en el trono.
Sin embargo, no logró conseguir el apoyo del sacerdote Sadoc, ni de Benaías hijo de Joyadá, ni del profeta Natán, ni de Simí, ni de Reguí, ni de la guardia personal del rey David, pues todos ellos eran muy leales al rey.
Entonces el rey designó a Benaías como jefe del ejército, y a Sadoc como sacerdote, en lugar de Abiatar.