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1 Juan 5:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Y si aceptamos el testimonio de los hombres que comparecen ante los tribunales, cuánto más no hemos de creer la gran afirmación de Dios: ¡que Jesús es su Hijo!

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Biblia Reina Valera 1960

Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ya que creemos el testimonio humano, sin duda alguna podemos creer el testimonio de más valor que proviene de Dios; y Dios ha dado testimonio acerca de su Hijo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Si aceptamos el testimonio de los hombres, mucha más fuerza tiene el testimonio de Dios, y hay un testimonio de Dios, una declaración suya a favor de su Hijo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; porque éste es el testimonio de Dios: que ha dado testimonio acerca de su Hijo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Si aceptamos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; pues éste es el testimonio de Dios, que ha testimoniado acerca de su Hijo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; porque este es el testimonio de Dios que Él ha dado acerca de su Hijo.

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1 Juan 5:9
13 Tagairtí Cros  

Pero mientras hablaba, una nube resplandeciente los cubrió y una voz dijo desde la nube: «Este es mi Hijo amado; en él me complazco. Obedézcanlo».


pero si las hago, crean en mis obras, aunque no me crean a mí. Así se convencerán de que el Padre está en mí y que yo estoy en el Padre.


»Ustedes estudian con cuidado las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. Y son ellas las que hablan de mí.


porque ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia por medio del varón que escogió y que acreditó al levantarlo de entre los muertos».


Nosotros somos testigos de esas cosas, y también lo es el Espíritu Santo que Dios ha concedido a los que lo obedecen.


Además, Dios confirmó su mensaje acerca de esta verdad por medio de señales, prodigios, diversos milagros y dones que el Espíritu Santo distribuye según su voluntad.


De estas dos cosas que no pueden cambiarse y en las que es imposible que Dios mienta, recibimos un gran consuelo los que ahora acudimos a él en busca de su protección y confiados en la esperanza que nos ha dado.


Creer esto es aceptar este testimonio en lo más íntimo del corazón; no creerlo equivale a llamar mentiroso a Dios, pues es no creer lo que él ha dicho acerca de su Hijo.


Así que tenemos tres testimonios: la voz del Espíritu Santo en nuestros corazones, la voz que habló desde el cielo cuando bautizaban a Jesús, y la voz que habló poco antes de su muerte. Y todos afirman lo mismo: que Jesucristo es el Hijo de Dios.