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1 Crónicas 13:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Luego David sintió miedo de Dios y exclamó: «¡No puedo llevarme el cofre de Dios a mi casa!».

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Biblia Reina Valera 1960

Y David temió a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo he de traer a mi casa el arca de Dios?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ahora David tenía miedo de Dios y preguntó: «¿Cómo podré regresar el arca de Dios para que esté bajo mi cuidado?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

David tuvo miedo aquel día a Yavé y dijo: '¿Cómo voy a llevar a mi casa el Arca de Dios?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero aquel día David tuvo temor de Ha-’Elohim, y dijo: ¿Cómo podrá venir a mí el Arca de Dios?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

David sintió temor ante Dios aquel día, y dijo: '¿Cómo voy a traer a mi casa el arca de Dios?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y David temió a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo he de traer a mi casa el arca de Dios?

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1 Crónicas 13:12
12 Tagairtí Cros  

»Pero, ¿es posible que Dios pueda vivir en la tierra? Si los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener, mucho menos este templo que yo he edificado.


David, a su vez, se enojó porque el Señor había estallado contra Uza. Por eso, a ese lugar le dio el nombre de Peres Uza. Hasta hoy ese lugar conserva dicho nombre.


Finalmente decidió conducirlo a la casa de Obed Edom, el de Gat, en lugar de llevarlo a la Ciudad de David.


Pero David no se atrevió a ir a ese lugar a consultar al Señor, porque le dio mucho miedo ver cómo el ángel del Señor estaba castigando al pueblo.


El temor a ti me hace temblar; temo tus juicios.


Entonces dije: «¡Esta es mi muerte! Porque soy un pecador de boca impura, miembro de una raza pecadora, de inmunda boca, y sin embargo he mirado al Rey, al Señor Todopoderoso».


»Cuando el que había recibido los diez mil pesos se presentó ante el jefe, le dijo: “Señor, como sabía que eres tan duro que te quedarías con cualquier utilidad que yo obtuviera, escondí el dinero. Aquí tienes hasta el último centavo que me diste”.


«¿Quién puede estar delante del Señor de este Dios Santo? —gritaban—. ¿A dónde podemos enviar el cofre desde aquí?».