Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




1 Crónicas 12:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

El jefe era Ajiezer y Joás hijos de Semá, de Guibeá. Los otros eran: Jeziel y Pélet, hijos de Azmávet; Beracá y Jehú, de Anatot; Ismaías, de Gabaón, que era uno de los treinta guerreros y jefe de ellos; Jeremías, Jahaziel, Johanán, Jozabad, de Guederá; Eluzay, Jerimot, Bealías, Semarías, Sefatías el harufita; Elcaná, Isías, Azareel, Joezer y Yasobeán (todos coreítas); Joelá y Zebadías, hijos de Jeroán, procedentes de Guedor.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

El principal Ahiezer, después Joás, hijos de Semaa gabaatita; Jeziel y Pelet hijos de Azmavet, Beraca, Jehú anatotita,

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

El jefe era Ahiezer, hijo de Semaa, de Guibeá; su hermano Joás era el segundo en autoridad. Los otros guerreros fueron los siguientes: Jeziel y Pelet, hijos de Azmavet; Beraca; Jehú de Anatot;

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Ajiezer, el jefe y Joás, hijos de Semá, de Guibeá; Jeziel y Pélet, hijos de Azmavet; Bereká y Jehú, de Anatot;'

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

El principal Ahiezer, después Joás, hijos de Semaa gabaatita; Jeziel y Pelet hijos de Azmavet, Beraca, Jehú anatotita,

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ajiezer, el jefe, y Joás, hijos de Semaá, de Guibeá; Yeziel y Pélet, hijos de Azmávet; Beraca y Jehú, de Anatot;

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

El principal Ahiezer, después Joás, hijos de Semaa el gabaatita; y Jeziel, y Pelet, hijos de Azmavet, y Beraca, y Jehú el anatotita;

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



1 Crónicas 12:3
8 Tagairtí Cros  

Todos eran expertos como arqueros y en el manejo de la honda y usaban su mano izquierda y derecha con la misma agilidad. Todos eran de la tribu de Benjamín, igual que el rey Saúl.


El cuarto día se reunieron en el valle de la Bendición, como se llama actualmente, y allí alabaron al Señor.


Cuando los mensajeros llegaron a Guibeá, ciudad de Saúl, y contaron lo que ocurría, todos se pusieron a llorar.