1 Corintios 15:43 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El cuerpo que sembremos, es despreciable; pero cuando resucite será glorioso. Ahora es débil, pero cuando resucite será fuerte. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Biblia Nueva Traducción Viviente Nuestros cuerpos son enterrados en deshonra, pero serán resucitados en gloria. Son enterrados en debilidad, pero serán resucitados en fuerza. Biblia Católica (Latinoamericana) Se siembra como cosa despreciable, y resucita para la gloria. Se siembra un cuerpo impotente, y resucita lleno de vigor. La Biblia Textual 3a Edicion se siembra en humillación, resucita en gloria;° se siembra en debilidad, resucita con poder; Biblia Serafín de Ausejo 1975 se siembra vileza, resucita en gloria; se siembra debilidad, resucita fortaleza; Biblia Reina Valera Gómez (2023) se siembra en deshonra, se levantará en gloria; se siembra en flaqueza, se levantará en poder; |
En el curso de mi vida acabó Dios con mis fuerzas; me redujo los días.
»”Entonces se presentará Miguel, el gran ángel encargado de proteger a tu pueblo. Habrá un tiempo de angustia como no ha habido otro en toda la historia de la humanidad. Cuando este tiempo llegue, se salvarán todos los miembros de tu pueblo cuyo nombre esté escrito en el libro de registro de Dios.
Entonces los justos brillarán como el sol en el reino del Padre. ¡El que tenga oídos, oiga!
Jesús les respondió: ―No tengo ningún demonio. Lo único que hago es honrar a mi Padre. Ustedes en cambio, me deshonran a mí.
Un día, con su poder, Dios va a resucitar nuestro cuerpo al igual que resucitó al Señor.
Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes.
Su débil cuerpo humano murió en la cruz, pero ahora vive por el poder de Dios. Nosotros también, al igual que él lo era, somos débiles; pero ahora, unidos a él, vivimos y tenemos el poder de Dios para tratar con ustedes.
Lo he perdido todo con tal de conocer a Cristo, de experimentar el poder de su resurrección, de tener parte en sus sufrimientos y de llegar a ser semejante a él en su muerte.
Cuando aparezca Cristo, que es la vida de ustedes, también ustedes resplandecerán con él y participarán de su gloria.