¡es el hombre cuyos ojos están abiertos! El oye las palabras de Dios y tiene conocimiento del Altísimo; él ve lo que el Dios Todopoderoso le ha mostrado.
1 Corintios 14:37 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Si alguno de ustedes tiene el don de profecía o cualquier otro don del Espíritu Santo, sabrá mejor que nadie que lo que estoy diciendo es mandamiento de Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. Biblia Nueva Traducción Viviente Si alguien afirma ser profeta o piensa que es espiritual, debería reconocer que lo que digo es un mandato del Señor mismo; Biblia Católica (Latinoamericana) Los que entre ustedes son considerados profetas o personas espirituales reconocerán que lo que les escribo es mandato del Señor. La Biblia Textual 3a Edicion Si alguno supone que es profeta o espiritual, reconozca lo que os escribo, porque es mandamiento° del Señor; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si alguno cree ser profeta o estar inspirado, reconozca que lo que escribo es una orden del Señor; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. |
¡es el hombre cuyos ojos están abiertos! El oye las palabras de Dios y tiene conocimiento del Altísimo; él ve lo que el Dios Todopoderoso le ha mostrado.
»El que los escucha a ustedes, me escucha a mí. El que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí. Y el que me rechaza a mí, rechaza al que me envió».
Como mensajero por la bondad de Dios les advierto que no se consideren mejores de lo que son; valórense según el grado de fe que Dios les ha dado.
Dos o tres pueden profetizar, y que los demás examinen con cuidado lo dicho.
Recuerden que la palabra de Dios no salió de ustedes ni sólo a ustedes ha llegado.
Por el contrario, el que tiene el Espíritu lo juzga todo, aunque él mismo no está sujeto al juicio de nadie, pues
Hermanos, les he estado hablando como si fueran niños en la vida cristiana, como si fueran inmaduros, y no he podido hablarles como a cristianos espirituales.
En cuanto a las personas solteras, no tengo ningún mandamiento del Señor, pero les daré mi opinión, que es la opinión de uno en quien por la misericordia de Dios pueden confiar.
Pero en mi opinión será más feliz si no se vuelve a casar; y creo que cuando digo esto les estoy dando el consejo del Espíritu de Dios.
Pero no me voy a igualar ni a comparar con los que por ahí andan hablando de lo excelentes que son. El problema de estos es que se comparan entre sí y se miden de acuerdo con sus propios conceptos. ¡Qué tontería!
Fíjense en lo que tienen a la vista. Si alguien puede afirmar que le pertenece a Cristo, lo mismo podemos decir nosotros.
Ustedes son fáciles de engañar. Me parece que reciben a cualquiera que va y les predica de un Jesús distinto del que les he enseñado. También reciben fácilmente un espíritu diferente del Espíritu Santo que recibieron, y aceptan un evangelio diferente del que les predicamos.
El que siembra para satisfacer los apetitos de su naturaleza pecaminosa, de ella cosechará destrucción; pero quien planta lo que le agrada al Espíritu, cosechará vida eterna del Espíritu.
y en ambas he tratado de recordarles lo que aprendieron por medio de los santos profetas y de nosotros los apóstoles que les trajimos el mensaje de nuestro Señor y Salvador.
Pero nosotros somos hijos de Dios; el que es de Dios nos presta atención, pero el que no, no. Y aquí tienen otra manera de saber si determinado mensaje procede de Dios: si procede de Dios, el mundo no lo escuchará.
Pero ustedes, amados, recuerden lo que los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo ya les habían advertido: