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1 Corintios 11:30 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Esa es la razón por la que tantos de ustedes están débiles y enfermos, y varios han muerto.

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Biblia Reina Valera 1960

Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Esa es la razón por la que muchos de ustedes son débiles y están enfermos y algunos incluso han muerto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y por esta razón varios de ustedes están enfermos y débiles y algunos han muerto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Por esto hay muchos débiles y enfermos entre vosotros, y bastantes duermen.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Por eso hay entre vosotros gran número de enfermos y achacosos, y no pocas muertes.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Por lo cual hay muchos debilitados y enfermos entre vosotros; y muchos duermen.

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1 Corintios 11:30
19 Tagairtí Cros  

Les dijo: «Yo soy el Señor su Dios. Si ustedes prestan atención a mi voz, y me obedecen y hacen lo que es bueno, no los dejaré sufrir las enfermedades que envié sobre los egipcios, porque yo soy el Señor que les da la salud».


«De todos los pueblos de la tierra, los he escogido a ustedes solamente. Es por eso que debo castigarlos mucho más fuerte que a los demás a causa de todas las maldades cometidas por ustedes».


Pero el Señor dijo a Moisés y a Aarón: «Por cuanto no me creyeron ni me honraron delante del pueblo de Israel, no serán ustedes quienes los conduzcan a la tierra que yo les he prometido».


―Ha llegado el momento en que Aarón debe morir. Él no entrará en la tierra que yo le he dado al pueblo de Israel, porque ustedes dos se rebelaron contra mis instrucciones en las aguas de Meribá.


»Por cierto, después que David sirvió a su generación de acuerdo con la voluntad de Dios, murió, fue enterrado con sus antepasados y su cuerpo se descompuso.


Luego cayó de rodillas y gritó: ―¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Y al terminar de pronunciar aquellas palabras, murió.


porque si come de este pan y bebe de esta copa sin pensar en el cuerpo de Cristo, come y bebe para su propio juicio.


Si nos examinamos cuidadosamente antes de comer, no tenemos por qué ser juzgados.


Pero el Señor nos juzga y disciplina para que no seamos condenados con el resto del mundo.


Les voy a revelar ahora un secreto: No todos moriremos, pero todos seremos transformados.


Si creemos que Jesús murió y después resucitó, entonces también debemos creer que Dios resucitará con Jesús a los que murieron creyendo en él.


Como yo disciplino y castigo a los que amo, tendré que castigarte si no abandonas esa indiferencia y te arrepientes.