Cuando él da tranquilidad, ¿quién puede entonces perturbar? y cuando esconde su rostro, ¿quién le podrá ver? Así sucede igualmente con una nación, o con un individuo,
Salmos 102:2 - Biblia Version Moderna (1929) ¡No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia! ¡inclina a mí tu oído! ¡en el día que te invoque, apresúrate a responderme! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; Inclina a mí tu oído; Apresúrate a responderme el día que te invocare. Biblia Nueva Traducción Viviente No te alejes de mí en el tiempo de mi angustia. Inclínate para escuchar y no tardes en responderme cuando te llamo. Biblia Católica (Latinoamericana) No me escondas tu cara en el día de mi desgracia, vuelve tus oídos hacia mí el día que te invoco, apresúrate en responderme. La Biblia Textual 3a Edicion ¡No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia! ¡Inclina a mí tu oído! ¡Respóndeme pronto el día en que te invoco! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Señor, escucha mi plegaria, que a ti llegue mi clamor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No escondas de mí tu rostro: en el día de mi angustia inclina a mí tu oído; en el día que te invocare, apresúrate a responderme. |
Cuando él da tranquilidad, ¿quién puede entonces perturbar? y cuando esconde su rostro, ¿quién le podrá ver? Así sucede igualmente con una nación, o con un individuo,
¿O por qué no perdonas mi transgresión y quitas mi iniquidad? pues ahora en breve me acostaré en el polvo; y tú me buscarás con empeño, ¡pero ya no existiré!
Escondes tu rostro, se turban; les quitas el aliento, expiran, y vuelven a su polvo.
¿HASTA cuándo, oh Jehová, me olvidarás? ¿para siempre? ¿hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?
¡Apresúrate, respóndeme, oh Jehová! se desmaya mi espíritu; ¡no escondas de mí tu rostro, de modo que yo sea como los que bajan al hoyo!
Oración de David.¡OYE, oh Jehová, la justicia! ¡está atento a mi clamor! ¡escucha mi oración, que no sale de labios engañosos!
¡Mas tú, oh Jehová, no te alejes; fortaleza mía, apresúrate para socorrerme!
¡No escondas tu rostro de mí; no apartes a tu siervo con ira: tú has sido mi ayuda; no me deseches, ni me desampares, oh Dios de mi salvación!
¡Inclina hacia mí tu oído; líbrame presto! ¡séme por roca de fortaleza, alcázar fuerte para salvarme!
y no escondas tu rostro de tu siervo, porque estoy angustiado! ¡apresúrate; respóndeme!
¡Líbrame en tu justicia, y hazme escapar! ¡inclina hacia mí tu oído, y sálvame!
¶Y aconteció que, pasados muchos días, murió el rey de Egipto: entre tanto los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre; y clamaron, y subió a Dios su clamor, a causa de su servidumbre.
Y oyó Dios los gemidos de ellos; y acordóse Dios de su pacto con Abraham, con Isaac y con Jacob.
Cuando pasares por las aguas, estaré yo contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando anduvieres por en medio del fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti:
Y sucederá que antes que clamaren, yo responderé, y estando ellos aún hablando, yo oiré.
Y yo aguardaré a Jehová, que ha escondido su rostro de la casa de Jacob; sí, le esperaré a él.
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres: mas fiel es Dios, el cual no permitirá que seáis tentados más allá de lo que podáis sufrir; sino que, juntamente con la tentación, proveerá también la vía de escape, para que podáis sobrellevarla.