Y sucedió, luego que Acab vió a Elías, que le dijo Acab: ¿Estás tú aquí, perturbador de Israel?
Proverbios 9:7 - Biblia Version Moderna (1929) El que corrige al escarnecedor, trae sobre sí vituperio; y aquel que reprende al malvado, consigue para sí baldón. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta; El que reprende al impío, se atrae mancha. Biblia Nueva Traducción Viviente El que reprende a un burlón recibirá un insulto a cambio; el que corrige al perverso saldrá herido. Biblia Católica (Latinoamericana) El que le llama la atención a un burlón se atrae sus insultos; el que corrige a un malvado corre el riesgo de que lo humillen. La Biblia Textual 3a Edicion Quien corrige al cínico se acarrea insultos, Quien amonesta al malvado, desprecios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien reprende al insolente se acarrea desprecio, quien corrige al perverso se busca ultrajes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que corrige al escarnecedor, se acarrea afrenta: El que reprende al impío, se atrae mancha. |
Y sucedió, luego que Acab vió a Elías, que le dijo Acab: ¿Estás tú aquí, perturbador de Israel?
Y Acab respondió a Elías: ¿Me has hallado, oh enemigo mío? A lo que dijo: Sí, te he hallado; por cuanto te has vendido para hacer maldad delante de Jehová.
Acercóse entonces Sedequías hijo de Canaana, y dándole a Micaya un bofetón, le dijo: ¿Por dónde pasó el Espíritu de Jehová de mí, para hablar contigo?
Así dice el rey: Poned a éste en la cárcel, y dadle de comer pan de aflicción, y agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz.
Mas ellos se mofaban de los mensajeros de Dios, y despreciaban las palabras de él, y hacían escarnio de sus profetas, en grado que subió de punto la ardiente indignación de Jehová contra su pueblo, hasta no haber remedio.
He aquí, dichoso es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies pues la corrección del Omnipotente:
EL hijo sabio oye la amonestación de su padre; pero el escarnecedor no escucha la reprensión.
El escarnecedor no ama al que le reprende; no quiere acercarse a los sabios.
No te pongas a hablar a oídos del insensato; porque despreciará la cordura de tus dichos.
Pero ellos quedaron callados, y no le respondieron palabra; porque ello era mandamiento del rey, que dijo: No le respondáis.