cuantos se lleguen a ella no tornarán más, ni volverán a ganar los senderos de la vida:
Proverbios 5:11 - Biblia Version Moderna (1929) y tú gimas a tu postrimería, cuando se hayan gastado tus carnes y tu cuerpo, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y gimas al final, Cuando se consuma tu carne y tu cuerpo, Biblia Nueva Traducción Viviente Al final, gemirás de angustia cuando la enfermedad consuma tu cuerpo. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces te lamentarás, viendo cómo se agotaron tus fuerzas y tu salud, La Biblia Textual 3a Edicion Gemirás cuando te llegue el desenlace, Y se consuma la carne de tu cuerpo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 no sea que al fin te lamentes, consumidos tu cuerpo y tu carne, Biblia Reina Valera Gómez (2023) y gimas en tus postrimerías, cuando se consumiere tu carne y tu cuerpo, |
cuantos se lleguen a ella no tornarán más, ni volverán a ganar los senderos de la vida:
no sea que los extraños se harten de tu sustancia, y tus labores se gasten en casa de una gente de tierra extraña;
y digas: ¡Cómo aborrecí la instrucción, y mi corazón rehusó la corrección;
hasta que una flecha le atraviese el hígado; a la manera que el pájaro se mete presuroso en la red, sin saber que fue tendida contra su vida.
Los profetas profetizan mentira, y los sacerdotes gobiernan por medio de ellos, y mi pueblo quiere que sea así; ¿y qué haréis en el final de ello?
La hará pues beber las aguas; y sucederá que si ella fuere amancillada, y se hubiere portado deslealmente con su marido, en tal caso entrarán en ella las aguas que acarrean maldición para convertirse en amargas; y se le hinchará el vientre y caerá su muslo; y será aquella mujer una execración en medio de su pueblo.
¿Qué fruto pues teníais entonces de aquellas cosas de que ahora os avergonzáis? pues el fin de aquellas cosas es la muerte.
¡Oh si fueran sabios, si consideraran esto, si entendieran su postrimería!
¶Honroso sea el matrimonio entre todos, y sea el lecho conyugal sin mancilla; porque a los fornicarios de una parte, y a los adúlteros de otra, Dios los juzgará.
Mas en cuanto a los cobardes, y los incrédulos, y los abominables, y los homicidas, y los fornicarios, y los hechiceros, y los idólatras, y todos los mentirosos, su parte será en el lago que arde con fuego y azufre: que es la muerte segunda.
Excluídos están los perros, y los hechiceros, y los fornicarios, y los homicidas, y los idólatras, y cada uno que ama y obra la mentira.