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Proverbios 4:2 - Biblia Version Moderna (1929)

porque os doy doctrina buena; no abandonéis mi ley.

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Biblia Reina Valera 1960

Porque os doy buena enseñanza; No desamparéis mi ley.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

porque les doy una buena orientación. No se alejen de mis instrucciones.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Les doy un saber bueno, no rechacen mi enseñanza.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque os doy buena doctrina; No abandonéis mis enseñanzas,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

pues os transmito una buena doctrina; no desatendáis mis enseñanzas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque os doy buena doctrina; no abandonéis mi ley.

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Proverbios 4:2
15 Tagairtí Cros  

Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre, y sírvele con sincero corazón, y con espíritu voluntario; porque Jehová escudriña todos los corazones, y entiende todas las imaginaciones de los pensamientos: ¡si le buscares, será hallado de ti; mas si le dejares, él te desechará para siempre!


Pero si vosotros os apartareis, y dejareis mis estatutos y mis mandamientos que os he puesto delante, y fuereis y sirviereis a otros dioses, postrándoos delante de ellos,


Porque tú has dicho: Pura es mi enseñanza; y limpio he sido yo ante tu vista.


Mis palabras declararán la rectitud de mi corazón; y lo que saben mis labios, lo dirán con sinceridad.


Casi me han consumido en la tierra; pero no he dejado tus preceptos.


HIJO mío, no te olvides de mi ley, mas guarde tu corazón mis mandamientos;


Y nosotros hemos obedecido la voz de Jonadab hijo de Recab, nuestro padre, en cuanto a todo lo que nos ha mandado; respecto de no beber vino en todos nuestros días nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas;


Descenderá, como lluvia, mi doctrina; destilará, como el rocío, mi discurso; como llovizna sobre la hierba, y como los aguaceros sobre la grama.


¶Si impusieres a los hermanos en estas cosas, serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido en las palabras de la fe y de la buena enseñanza, que has seguido estrictamente.


reteniendo firme la palabra fiel, que es conforme a la enseñanza, para que pueda así exhortar en la sana doctrina, y convencer a los que contradicen.