Ruégote recibas de su boca la ley, y atesores sus palabras en tu corazón.
Proverbios 4:10 - Biblia Version Moderna (1929) ¡Oye, hijo mío, y recibe mis dichos, para que sean muchos los años de tu vida! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida. Biblia Nueva Traducción Viviente Hijo mío, escúchame y haz lo que te digo, y tendrás una buena y larga vida. Biblia Católica (Latinoamericana) Atiéndeme, pues, hijo mío, toma en serio mis palabras, y vivirás largos años. La Biblia Textual 3a Edicion Oye, hijo mío, y recibe mis razones, Y se te multiplicarán años de vida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Escucha, hijo mío, acoge mis palabras y se te prolongarán los años de vida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Oye, hijo mío, y recibe mis palabras, y se te multiplicarán años de vida. |
Ruégote recibas de su boca la ley, y atesores sus palabras en tu corazón.
Oye el consejo, y admite la corrección, para que seas sabio en tu porvenir.
HIJO mío, ¡oh si tú recibieras mis palabras, y atesoraras mis mandamientos dentro de ti;
En su mano derecha trae la larga vida, y en su izquierda riquezas y honores.
Recibid mi instrucción, y no la plata; la ciencia también antes que el oro más escogido.
¡Oíd pues, oh mujeres, el oráculo de Jehová, y reciba vuestro oído la palabra de su boca! Enseñad también a vuestras hijas el llanto, y cada cual a su compañera, la lamentación.
para que sean muchos tus días y los días de tus hijos sobre la tierra que juró Jehová a tus padres que les daría, como los días del cielo sobre la tierra.
Honra a tu padre y a tu madre, como te ha mandado Jehová tu Dios, para que se prolonguen tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
a fin de que temas, oh Israel, a Jehová tu Dios, de modo que guardes todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te ordeno, tú, y tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida; a fin de que se te prolonguen los días.
¶Y por esto también damos gracias sin cesar a Dios, de que cuando recibisteis de nosotros la palabra del mensaje de Dios, la aceptasteis, no como palabra de hombres, sino según lo es verdaderamente, la palabra de Dios, que obra también en vosotros que creéis.
Fiel es este dicho, y digno de ser recibido de todos, que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores; de los cuales yo soy el primero.