Porque no descansará el cetro de maldad sobre la suerte de los justos; no sea que los justos extiendan sus manos a la iniquidad.
Proverbios 30:9 - Biblia Version Moderna (1929) no sea que me sacie del bien, y reniegue de ti, y diga: ¿Quién es Jehová? o no sea que empobrezca, y hurte, y use profanamente el nombre de mi Dios! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues si me hago rico, podría negarte y decir: «¿Quién es el Señor?». Y si soy demasiado pobre, podría robar y así ofender el santo nombre de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Porque con la abundancia podría dejarte y decir: '¿Pero, quién es Yavé?' Y en la miseria podría ponerme a robar: lo que sería deshonrar el nombre de mi Dios!' La Biblia Textual 3a Edicion No sea que, harto, te niegue y diga: ¿Quién es YHVH? O que, siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 no sea que, saciado, me desvíe y diga: '¿Quién es Yahveh?'. O que, por la indigencia, robe y profane el nombre de mi Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios. |
Porque no descansará el cetro de maldad sobre la suerte de los justos; no sea que los justos extiendan sus manos a la iniquidad.
¶No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque Jehová no tendrá por inocente al que tomare su nombre en vano.
Mas respondió Faraón: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? No conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.
Quien se hace partícipe con un ladrón aborrece su misma alma; pues oye la imprecación, mas no dice nada.
traspasando la ley, y mintiendo contra Jehová, y volviendo atrás de en pos de nuestro Dios; hablando opresión y rebelión; concibiendo y profiriendo del corazón palabras de mentira.
¡Oh generación perversa, atended al oráculo de Jehová! ¿Por ventura he sido yo un yermo para Israel, o una tierra de densas tinieblas? ¿por qué pues ha dicho mi pueblo: ¡Sacudimos el yugo! ¡no volveremos más a ti!
Han renegado de Jehová, y han dicho: ¡No hay tal Jehová! ¡ni vendrá sobre nosotros la calamidad; ni tampoco veremos espada ni hambre!
Por tanto, así dice Jehová el Señor: Por cuanto me has olvidado, y me has echado tras de tus espaldas, por lo mismo carga tú también con tu execrable lascivia y tus fornicaciones.
Por decreto de los veladores se acuerda esto, y por dicho de los seres santos es la demanda; a fin de que conozcan los vivientes que gobierna el Altísimo en el reino de los hombres, y lo da a quien le parece, y a su arbitrio ensalza sobre él al más bajo de los hombres.
El rey habló y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado para metrópoli del reino, con la fuerza de mi poder, y para la gloria de mi grandeza?
Conforme a lo bueno de su dehesa, ellos, como ovejas, se saciaron; se saciaron, y ensalzóse su corazón; por tanto se han olvidado de mí.
Y CUANDO alguno pecare en esto: porque habiendo oído la voz de la imprecación, siendo él testigo respecto de algo que hubiere visto o que supiere, y con todo no lo manifestare, él llevará su iniquidad;
Entonces comenzó a echarse maldiciones, y a jurar, diciendo: ¡No conozco a ese hombre! Y al instante cantó un gallo.
Porque cuando a este pueblo le hubiere introducido yo en la tierra que he prometido con juramento a sus padres, tierra que mana leche y miel, y él hubiere comido, y se hubiere saciado y engordado, se volverá a otros dioses y les servirá, y me tratará con desprecio, y quebrantará mi pacto.
Mas engordóse Jesurún, y dió coces; (engordástete, engrosástete, cubrístete de gordura) ; entonces desechó a Dios su Hacedor, y menospreció la Roca de su salvación.
Entonces dijo Josué a todo el pueblo: He aquí que esta piedra estará entre nosotros por testigo, porque ella ha oído todas las palabras que Jehová os ha hablado; quede pues aquí por testigo contra vosotros, no sea que reneguéis de vuestro Dios.