para comunicar cordura a los simples, y al joven, ciencia y discreción:
Proverbios 3:21 - Biblia Version Moderna (1929) Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la sabiduría y la discreción: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; Guarda la ley y el consejo, Biblia Nueva Traducción Viviente Hijo mío, no pierdas de vista el sentido común ni el discernimiento. Aférrate a ellos, Biblia Católica (Latinoamericana) Actúa siempre, hijo mío, con prudencia y reflexión: es algo que no debes olvidar. La Biblia Textual 3a Edicion Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos, Guarda la prudencia y el discernimiento, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hijo mío, ten prudencia y reflexión: que no se aparten de tus ojos; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la sana sabiduría y la discreción; |
para comunicar cordura a los simples, y al joven, ciencia y discreción:
EL que se separa de Dios, busca su propio gusto, y disputa calurosamente contra toda sana razón.
El que adquiere inteligencia ama su misma alma, y el que guarda la prudencia hallará el bien.
Para los rectos tiene guardada la sana razón; escudo es para los que andan en integridad;
Míos son el consejo y la sana razón; yo soy la inteligencia, yo tengo potencia.
¶Dijo pues Jesús a aquellos judíos que le habían creído: Si permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
Esto empero, que te guardes a ti mismo, oh Israel, y que guardes tu alma mucho, no sea que te olvides del las cosas que han visto tus mismos ojos, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, hazlas saber a tus hijos, y a los hijos de tus hijos:
No se aparte de tu boca este Libro de la Ley; antes medita en ella de día y de noche, para que cuides de obrar de acuerdo con todo aquello que está en el escrito: porque entonces harás próspero tu camino, y entonces tendrás buen éxito.
En cuanto a vosotros, permanezca en vosotros lo que habéis oído desde el principio. Si permaneciere en vosotros lo que desde el principio habéis oído, vosotros también permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
Mas en cuanto a vosotros, la unción que dé él habéis recibido, permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe: al contrario, así como su unción os enseña respecto de todas las cosas, y es verdad y no mentira, y así como ella os ha enseñado, así vosotros permanecéis en él.