PROVERBIOS de Salomón: El hijo sabio alegra a su padre; pero el hijo insensato es el pesar de su madre.
Proverbios 29:3 - Biblia Version Moderna (1929) El que ama la sabiduría alegra a su padre; mas aquel que se acompaña con las rameras, malrota su hacienda. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El hombre que ama la sabiduría alegra a su padre; Mas el que frecuenta rameras perderá los bienes. Biblia Nueva Traducción Viviente El hombre que ama la sabiduría hace feliz a su padre, pero si anda con prostitutas, desperdicia su fortuna. Biblia Católica (Latinoamericana) El que ama la sabiduría es la alegría de su padre, el que se entretiene con prostitutas dejará allí su fortuna. La Biblia Textual 3a Edicion El que ama la sabiduría, alegra a su padre, Pero el que se junta con rameras, disipa su fortuna. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien ama la sabiduría alegra a su padre, quien anda entre cortesanas disipa su hacienda. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que ama la sabiduría alegra a su padre; mas el que anda con rameras desperdiciará sus bienes. |
PROVERBIOS de Salomón: El hijo sabio alegra a su padre; pero el hijo insensato es el pesar de su madre.
El hijo sabio alegra al padre; pero el hombre insensato desprecia a su madre.
Quien ama el placer será un hombre pobre; y el que ama el vino y los ungüentos, nunca será rico.
Hay tesoro precioso y aceite en la casa del que es sabio; pero el hombre insensato se lo traga todo.
¡Hijo mío, si fuere sabio tu corazón, se alegrará mi corazón, sí, el mío!
¡Se sabio, hijo mío, y alegra mi corazón; así tendré qué responder al que me vitupere!
El que labra su tierra se saciará de pan; mas aquel que sigue a los ociosos se hartará de pobreza.
El que guarda la ley es hijo entendido; mas aquel que es compañero de los libertinos, afrenta a su padre.
porque a causa de la ramera, uno se ve reducido a un pedazo de pan, y la adúltera caza la vida preciosa.
Y no muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, partió para una región lejana; y allí desperdició su caudal, viviendo disolutamente.
mas luego que vino éste tu hijo, que ha devorado tu hacienda con las rameras, has matado para él el becerro cebado.