No escuchéis a Ezequías; porque así dice el rey de Asiria: Haced paz conmigo, y salid a mí; y comed cada cual de su vid y cada cual de su higuera, y bebed cada cual de las aguas de su cisterna;
Proverbios 27:18 - Biblia Version Moderna (1929) Quien cuida de la higuera, comerá el fruto de ella; y el que mira por los intereses de su señor, será honrado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Quien cuida la higuera comerá su fruto, Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra. Biblia Nueva Traducción Viviente Como a los que cuidan de la higuera se les permite comer del fruto, así serán recompensados los empleados que protegen los intereses de su patrón. Biblia Católica (Latinoamericana) El que cultiva a la higuera comerá de su fruto, el que cuida de su patrón recibirá un anticipo. La Biblia Textual 3a Edicion Quien cuida la higuera comerá higos, Y el que custodia a su amo recibirá honores. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que guarda la higuera come su fruto, el que atiende a su señor será estimado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que cuida la higuera, comerá de su fruto; y el que atiende a su señor, será honrado. |
No escuchéis a Ezequías; porque así dice el rey de Asiria: Haced paz conmigo, y salid a mí; y comed cada cual de su vid y cada cual de su higuera, y bebed cada cual de las aguas de su cisterna;
Entonces preguntó Josafat: ¿No habrá aquí algún profeta de Jehová, por medio de quien podamos consultar a Jehová? Y respondió uno de los siervos del rey de Israel, diciendo: Aquí está Eliseo hijo de Safat, que echaba agua sobre las manos de Elías.
Entonces él entró, y se estuvo en pie junto á su amo. Y le dijo Eliseo: ¿De dónde vienes? A lo que respondió: No ha ido tu siervo a ninguna parte.
Por lo tanto la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu linaje para siempre. Y salió de su presencia leproso, blanco como la nieve.
Tomó pues Hamán el traje y el caballo, y vistió a Mardoqueo, y le hizo pasear por las calles de la ciudad, y pregonó delante de él: ¡Así se debe hacer al hombre que el rey se complace en honrar!
He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de una criada, a la mano de su señora; así miran nuestros ojos a Jehová nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.
Por lo cual se levantó Moisés, con su ayudante Josué, y subió Moisés al Monte de Dios,
El siervo que se maneja bien tendrá dominio sobre el hijo que causa vergüenza, y en medio de los hermanos tendrá parte en la herencia.
¿ves a un hombre diligente en sus negocios? se presentará delante de los reyes; no estará en presencia de hombres de baja esfera
El hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el semblante de su amigo.
Como en el agua rostro corresponde a rostro, así el corazón de un hombre a otro.
Mi viña, la que es mía propia, está delante de mí: los mil siclos serán para ti, ¡oh Salomón! y doscientos deben de ser para los guardaron el fruto de ella.
No escuchéis a Ezequías; porque así dice el rey de Asiria: Haced paz conmigo, y salid a mí; y comed cada uno de su vid, y cada uno de su higuera, y bebed cada uno de las aguas de su cisterna;
¡Bienaventurado aquel siervo, a quien su señor cuando viniere le hallare haciendo así!
Mas no será así entre vosotros; sino antes, el que quisiere hacerse grande entre vosotros, sea vuestro servidor;
¡Bienaventurados aquellos siervos, a quienes su señor, cuando viniere, los hallare velando! en verdad os digo, que él mismo se ceñirá, y haciendo que ellos se sienten a la mesa, se llegará y les servirá.
Y el Señor dijo: ¿Quién es pues el mayordomo fiel y prudente, a quien su señor pondrá sobre su familia, para darles la ración a su tiempo?
Y le dijo: Muy bien, buen siervo: por cuanto has sido fiel en lo que es muy poco, ten autoridad sobre diez ciudades.
Si alguno me sirve, sígame; y en donde yo estoy, allí también estará mi servidor: si alguno me sirviere, a éste le honrará mi Padre.
Y cuando se fué el ángel que le hablaba, llamó a dos de sus domésticos, y a un soldado piadoso, de aquellos que le asistían de continuo;
El que planta y el que riega son una misma cosa; mas cada cual recibirá su propio galardón, conforme a su mismo trabajo.
¶¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen de las cosas del Templo, y los que asisten al altar, participan juntamente con el altar?
¿Quién jamás sirve como soldado a sus propias expensas? ¿quién planta una viña, y no come de su fruto? ¿o quién pastorea un rebaño, y no se alimenta de la leche del rebaño?
Siervos, obedeced en todo a los que según la carne son vuestros amos; no obedeciendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo al Señor:
Es necesario que trabaje el labrador, antes que participe de los frutos.
¶Siervos, estad sujetos a vuestros amos con todo temor, no sólo a los buenos y apacibles, sino también a los de áspera condición.
Porque a esto mismo fuisteis llamados; pues que Cristo también sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo, para que sigáis en sus pisadas:
Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice así: Dije en verdad que tu casa, y la casa de tu padre andaría delante de mi rostro para siempre. Mas ahora, dice Jehová, ¡lejos sea esto de mí! porque a los que me honran yo los honraré, mas los que me desprecian serán tenidos en poco!