y les respondió de acuerdo con el consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo añadiré todavía más a vuestro yugo; mi padre os castigó con látigos, ya empero os castigaré con escorpiones.
Proverbios 26:4 - Biblia Version Moderna (1929) No respondas al insensato según su necedad; no sea que tú también te hagas como él. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, Para que no seas tú también como él. Biblia Nueva Traducción Viviente No respondas a los argumentos absurdos de los necios o te volverás tan necio como ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) No respondas a las estupideces de un imbécil, te volverías como él. La Biblia Textual 3a Edicion No respondas al necio según su necedad, No sea que te iguales a él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No respondas al necio según su necedad, no sea que tú mismo te iguales a él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No respondas al necio conforme a su necedad, para que no seas tú también como él. |
y les respondió de acuerdo con el consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo añadiré todavía más a vuestro yugo; mi padre os castigó con látigos, ya empero os castigaré con escorpiones.
Entonces como viese todo el pueblo que no les escuchaba el rey, el pueblo dió respuesta al rey, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros en David? ¡y ninguna herencia tenemos ya en el hijo de Isaí! ¡A tus tiendas, oh Israel! ¡Ahora pues, David, mira por tu casa! E Israel se fué a sus tiendas.
El comienzo de la discordia es como el soltarse las aguas; déjese, pues, la disputa, antes que se cante la riña.
No te pongas a hablar a oídos del insensato; porque despreciará la cordura de tus dichos.
Responde al insensato según su necedad; para que él no sea un sabio en su propio concepto.
Si un hombre sabio contendiere con un hombre necio, ora se ponga furioso, ora se ría, no tendrá sosiego.
Pero ellos quedaron callados, y no le respondieron palabra; porque ello era mandamiento del rey, que dijo: No le respondáis.
¶No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos; no sea que las rehuellen con sus pies, y volviéndose sobre vosotros, os despedacen.
no volviendo mal por mal, ni ultraje por ultraje, sino al contrario, bendiciendo a vuestros enemigos; porque para esto mismo fuisteis llamados, para que heredaseis bendición.
Empero el arcángel Miguel, cuando, contendiendo con el diablo, disputaba respecto del cuerpo de Moisés, no se atrevió a traer contra él un juicio injurioso, sino que dijo: ¡El Señor te reprenda!