Y Azarías hijo de Natán, estaba sobre los superintendentes; y Zabud hijo de Natán, ministro principal y amigo del rey;
Proverbios 22:11 - Biblia Version Moderna (1929) En cuanto a aquel que ama la pureza de corazón, por la gracia de sus labios, el rey será su amigo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El que ama la limpieza de corazón, Por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey. Biblia Nueva Traducción Viviente El que ama la pureza del corazón y habla con gracia tendrá al rey como amigo. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé ama a los corazones rectos; al que procura el bien, el rey lo tomará por amigo. La Biblia Textual 3a Edicion El que ama la pureza de corazón, El que tiene gracia en sus labios, Tendrá como amigo al propio rey. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien aprecia la pureza de corazón y la gracia en el hablar es amigo del rey. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que ama la pureza de corazón, por la gracia de sus labios, el rey será su amigo. |
Y Azarías hijo de Natán, estaba sobre los superintendentes; y Zabud hijo de Natán, ministro principal y amigo del rey;
Porque Mardoqueo el judío era segundo después del rey Asuero, y grande entre los Judíos, y acepto a la muchedumbre de sus hermanos; procurando el bienestar de su pueblo, y hablando paz a toda su descendencia.
Fijaré mis ojos sobre los fieles de la tierra, para que ellos estén conmigo. El que anduviere en camino perfecto, éste me servirá.
El que tiene manos limpias y corazón puro; que no ha puesto su alma en cosas vanas, ni jurado con engaño;
Más hermoso eres que los hijos de los hombres; la gracia es derramada en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.
El favor del rey es para el servidor que obra con prudencia; pero su ira será para aquel que causa vergüenza.
Los labios justos son el deleite de los reyes; y amará el rey al que habla cosas rectas.
Los ojos de Jehová guardas la ciencia; pero echan por tierra las palabras del solapado.
Las palabras de la boca del sabio están llenas de gracia; pero los labios del insensato a él mismo le tragarán.
Entonces el rey adelantó a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.
Y todos le daban testimonio; y se maravillaban de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?