También tu siervo es amonestado con ellos, y en guardarlos hay grande galardón.
Proverbios 19:8 - Biblia Version Moderna (1929) El que adquiere inteligencia ama su misma alma, y el que guarda la prudencia hallará el bien. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El que posee entendimiento ama su alma; El que guarda la inteligencia hallará el bien. Biblia Nueva Traducción Viviente Adquirir sabiduría es amarte a ti mismo; los que atesoran el entendimiento prosperarán. Biblia Católica (Latinoamericana) El que adquiere buen juicio se hace bien a sí mismo; el que actúa con inteligencia será feliz. La Biblia Textual 3a Edicion El que adquiere cordura se ama a sí mismo, Al que guarda la prudencia le irá bien. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bien se quiere quien logra sensatez, quien cultiva la prudencia consigue dicha. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que adquiere sabiduría, ama su propia alma: El que guarda el entendimiento, hallará el bien. |
También tu siervo es amonestado con ellos, y en guardarlos hay grande galardón.
Quien pone atención en la palabra divina, hallará el bien; y el que confía en Jehová es feliz.
¿Por qué se pone el precio en mano del insensato, para comprar la sabiduría, si no tiene buen sentido?
El testigo falso no quedará sin castigo; y aquel que habla mentiras perecerá.
porque será cosa deliciosa cuando las guardares dentro de ti, cuando se establecieren juntamente sobre tus labios.
es árbol de vida para los que echan mano de ella, y dichoso es todo aquel que la tiene asida.
Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la sabiduría y la discreción:
y él me enseñó, y me decía: Retenga mis palabras tu corazón; oye mis mandamientos y vivirás
También os daré un nuevo corazón, y pondré un espíritu nuevo en medio de vosotros, y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guarda para vida eterna.
El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama: y el que me ama, será amado de mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
Pues el que quisiere amar la vida, y ver días buenos, detenga su lengua del mal, y sus labios, para que no hablen engaño;