Abriré mi boca con una parábola, hablaré problemas respecto de los tiempos antiguos;
Proverbios 18:4 - Biblia Version Moderna (1929) Aguas profundas son palabras de la boca del hombre sabio; el manantial de sabiduría es como un arroyo abundoso. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; Y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría. Biblia Nueva Traducción Viviente Las palabras sabias son como aguas profundas; la sabiduría fluye del sabio como un arroyo burbujeante. Biblia Católica (Latinoamericana) La palabra humana es un agua profunda, un manantial surgente, una fuente de vida. La Biblia Textual 3a Edicion Las palabras del sabio son aguas profundas, Torrente caudaloso, manantial de sensatez. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Agua profunda son las palabras del hombre, arroyo desbordado, fuente de sabiduría. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría. |
Abriré mi boca con una parábola, hablaré problemas respecto de los tiempos antiguos;
Manantial de vida es la boca del justo; pero la boca de los inicuos encubre la violencia.
La enseñanza del sabio es manantial de vida, para apartarse de los lazos de la muerte.
La inteligencia es fuente de vida al que la tiene; mas la corrección de los insensatos es su misma insensatez.
Cuando viene el inicuo viene también el desprecio; y con la deshonra, la ignominia.
Como aguas profundas son los designios en el corazón de un hombre; mas el varón de entendimiento sabrá sacarlos.
¡Raza de víboras! ¿cómo podéis vosotros, siendo malos, hablar cosas buenas? porque de la abundancia del corazón habla la boca.
mas el que bebiere del agua que yo le daré, nunca jamás tendrá sed; sino que el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua, que brote para vida eterna.
Habite ricamente en vosotros la palabra de Cristo, con toda sabiduría; enseñandoos y amonestándoos los unos a los otros, con salmos e himnos y cánticos espirituales, cantando con gracia en vuestros corazones a Dios.
Vuestra palabra sea siempre con gracia divina, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.