¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza? ¿y hasta cuándo se deleitarán los escarnecedores en escarnecer, y los insensatos aborrecerán la ciencia?
Proverbios 18:2 - Biblia Version Moderna (1929) El insensato no se deleita en la inteligencia, sino antes en poner de manifiesto su corazón. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No toma placer el necio en la inteligencia, Sino en que su corazón se descubra. Biblia Nueva Traducción Viviente A los necios no les interesa tener entendimiento; solo quieren expresar sus propias opiniones. Biblia Católica (Latinoamericana) Al tonto no le gusta reflexionar, sino dar a conocer sus opiniones. La Biblia Textual 3a Edicion El necio no se deleita en la discreción, Sino en publicar lo que piensa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No le gusta al necio la prudencia, sino exponer su opinión. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El necio no se deleita en el entendimiento, sino en que su corazón se descubra. |
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza? ¿y hasta cuándo se deleitarán los escarnecedores en escarnecer, y los insensatos aborrecerán la ciencia?
El temor de Jehová es el principio de la ciencia; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción.
El hombre prudente encubre su saber; mas el corazón de los insensatos proclama su necedad.
Todo hombre prudente obrará con ciencia; pero el insensato desparramar su necedad.
¿Por qué se pone el precio en mano del insensato, para comprar la sabiduría, si no tiene buen sentido?
Cuando viene el inicuo viene también el desprecio; y con la deshonra, la ignominia.
Así también mientras anda el insensato por el camino, le falta entendimiento; y él mismo dice a todos que es un insensato.
Y, he aquí, toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y al verle, le rogaron que saliese de sus términos.
Así pues, vosotros también, ya que sois codiciosos de dones espirituales, procurad abundar en ellos de tal modo que sea para la edificación de la iglesia.
RESPECTO de las cosas ofrecidas en sacrificio a los ídolos: Sabemos que todos nosotros tenemos ciencia. La ciencia engríe, pero el amor edifica.
Algunos en verdad predican a Cristo aun de envidia y contención, mas otros también de buena voluntad: