Proverbios 15:14 - Biblia Version Moderna (1929) El corazón del hombre entendido busca el saber; mas la boca de los insensatos se alimenta de necedades. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El corazón entendido busca la sabiduría; Mas la boca de los necios se alimenta de necedades. Biblia Nueva Traducción Viviente El sabio tiene hambre de conocimiento, mientras que el necio se alimenta de basura. Biblia Católica (Latinoamericana) El inteligente anda en busca del saber, la boca de los tontos repite sus necedades. La Biblia Textual 3a Edicion El corazón entendido busca la sabiduría, Pero la boca de los necios se apacienta de necedad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El corazón sensato busca la ciencia, la boca de los necios se apacienta de necedad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El corazón entendido busca el conocimiento; mas la boca de los necios se alimenta de necedades. |
oiga también el sabio, para que aumente su caudal, y el entendido, para que adquiera consejos sabios:
El hombre prudente encubre su saber; mas el corazón de los insensatos proclama su necedad.
Todos los días del afligido son malos; pero el que es de corazón alegre tiene un banquete continuo.
El corazón del hombre entendido adquiere la ciencia; y el oído de los sabios busca la ciencia.
Da al sabio instrucción, y será aun más sabio; enseña al justo, aumentará su saber.
que dicen a los videntes: ¡No veáis! y a los profetas: ¡No profeticéis para nosotros cosas rectas! ¡habladnos cosas suaves, profetizadnos engaños!
¡Apaciéntase de ceniza, un corazón engañado le extravía, de modo que no pueda libertar a su alma, ni decir: ¿No hay acaso una mentira en mi mano derecha?
EFRAIM se alimenta de viento, y persigue al solano; de continuo multiplica las mentiras y las causas de destrucción: hacen pacto con Asiria, y aceite es llevado a Egipto.
Éstos eran más nobles que los de Tesalónica; pues que recibieron la palabra con la mayor prontitud, examinando las Escrituras diariamente para ver si estas cosas eran realmente así.
Antes bien, creced en la gracia, y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea la gloria, tanto ahora como en el día de la eternidad. Amén.