oiga también el sabio, para que aumente su caudal, y el entendido, para que adquiera consejos sabios:
Proverbios 12:15 - Biblia Version Moderna (1929) El camino del necio es acertado en sus propios ojos; pero el que escucha el consejo es sabio. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El camino del necio es derecho en su opinión; Mas el que obedece al consejo es sabio. Biblia Nueva Traducción Viviente Los necios creen que su propio camino es el correcto, pero los sabios prestan atención a otros. Biblia Católica (Latinoamericana) El tonto está seguro de sus decisiones, pero el sabio atiende a los consejos. La Biblia Textual 3a Edicion El camino del necio es recto ante sus propios ojos, Pero el que escucha el consejo es sabio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El necio cree justo su camino, el sabio escucha el consejo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El camino del necio es recto a sus propios ojos; pero el que escucha al consejo es sabio. |
oiga también el sabio, para que aumente su caudal, y el entendido, para que adquiera consejos sabios:
EL hijo sabio oye la amonestación de su padre; pero el escarnecedor no escucha la reprensión.
Por la soberbia no viene más que contienda; pero con los avisados está la sabiduría,
Camino hay que al hombre le parece recto, cuyo fin son caminos de muerte.
El sabio teme, y se aparta del mal; pero el insensato se muestra orgulloso y confiado.
Todos los caminos del hombre son limpios en sus mismos ojos; mas Jehová pesa los espíritus.
Camino hay que al hombre le parece recto, cuyo fin son caminos de la muerte.
Oye el consejo, y admite la corrección, para que seas sabio en tu porvenir.
Todos los caminos del hombre son rectos en su propio concepto; pero Jehová pesa los corazones.
¿Ves a un hombre sabio en su propio concepto? más esperanza hay de un insensato que de él.
Más sabio es el perezoso en su propio concepto, que siete hombres que saben dar razón de sí.
Sabio en su propio concepto es el hombre rico; mas el pobre que tiene inteligencia le escudriña.
Hay linaje que es puro en sus mismos ojos, mas nunca ha sido lavado de su inmundicia.
Da al sabio instrucción, y será aun más sabio; enseña al justo, aumentará su saber.
Más vale un joven pobre pero sabio, que un rey viejo e imbécil, que ya no sabe admitir el consejo.
El fariseo se puso en pie, y oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias que no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni siquiera como este publicano.
Porque si alguno piensa que él es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo.