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Proverbios 10:4 - Biblia Version Moderna (1929)

Pobre permanece aquel que trabaja con mano negligente; pero la mano de los diligentes enriquece.

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Biblia Reina Valera 1960

La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los perezosos pronto se empobrecen; los que se esfuerzan en su trabajo se hacen ricos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

La mano perezosa atrae la pobreza; la mano diligente se enriquece.

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La Biblia Textual 3a Edicion

La mano negligente empobrece, Pero la mano de los diligentes enriquece.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

La mano perezosa empobrece, la mano diligente trae riqueza.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

La mano negligente hace pobre: Mas la mano de los diligentes enriquece.

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Proverbios 10:4
19 Tagairtí Cros  

Y aconteció en aquel mismo día, que vinieron los siervos de Isaac, y le dieron noticia del pozo que habían acabado de cavar, diciéndole: Hemos hallado agua.


El que recoge en el verano es hijo entendido; mas aquel que ronca en tiempo de la siega es hijo que causa vergüenza.


Hay quien esparce y sin embargo acrecienta; los hay también que retienen más de lo justo, y con todo van a parar en la indigencia.


La mano de los diligentes señoreará; mas el perezoso estará sujeto a trabajos forzosos.


El perezoso ni aun asará lo que ha cazado; pero la riqueza más preciosa de un hombre es la diligencia.


El alma del perezoso desea, y nada tiene; pero el alma de los diligentes engordará.


También el que es flojo en su trabajo hermano es de aquel que maltrata su hacienda.


La pereza hunde en un sueño profundo; y el alma negligente padecerá hambre.


El perezoso mete la ameno en el puchero, y ni aun a su boca la vuelve a llevar.


No ames el sueño, no sea que empobrezcas; abre tus ojos, y te saciarás de pan.


El perezoso no quiere arar a causa del invierno; por lo mismo mendigará en la siega, y nada tendrá.


Los planes del diligente tienden solamente a la abundancia: pero todo aquel que es apresurado, se apresura solamente a la pobreza.


A causa de la pereza se hunde el techo; y por la flojedad de las manos se llueve la casa.


Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que dura para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste le selló el Padre, Dios.


¶Por lo cual, amados hermanos míos, estad firmes, inmóviles, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestra obra no es en vano en el Señor.