De esta suerte lo pasaba yo; de día me consumía el calor, y el hielo de noche: y el sueño se huía de mis ojos,
Oseas 13:5 - Biblia Version Moderna (1929) Fuí yo quien te conocí en el desierto, aquella tierra de sequías. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Yo te conocí en el desierto, en tierra seca. Biblia Nueva Traducción Viviente Yo te cuidé en el desierto, en esa tierra árida y sedienta; Biblia Católica (Latinoamericana) Yo te conocí en el desierto, en esa tierra seca. La Biblia Textual 3a Edicion Yo te conocí° en el desierto, En tierra de gran sequía. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo te conocí en el desierto, en país de sequedal. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo te conocí en el desierto, en la tierra de gran sequía. |
De esta suerte lo pasaba yo; de día me consumía el calor, y el hielo de noche: y el sueño se huía de mis ojos,
Porque Jehová conoce el camino de los justos; pero el camino de los inicuos perecerá.
Cuando mi espíritu desfallecía dentro de mí, tú entonces conociste mi senda. En el camino por donde voy, han escondido lazos para mí.
Me regocijaré y me alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias;
¡OH Dios, Dios mío eres tú! ¡de madrugada te buscaré! ¡mi alma tiene sed de ti; mi carne suspira por ti, en tierra seca y sedienta, donde no hay aguas;
Y miró Dios a los hijos de Israel; y conociólos Dios por pueblo suyo.
Anda y clama a oídos de Jerusalem, diciendo: Así dice Jehová: Acuérdome a tu favor, de la ternura de tu juventud, del amor de tus desposorios, cuando me seguiste por el desierto, en una tierra que no se sembraba.
Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, el que nos hizo subir de la tierra de Egipto, el que nos condujo por el desierto, por una tierra de yermos y de hoyos, por una tierra de sequía y de sombra de muerte, tierra por donde nadie pasa, y donde ningún hombre habita?
Yo conozco a Efraim, e Israel no me es oculto; porque ahora tú has incitado a los demás a la fornicación, oh Efraim; Israel está contaminado.
Como uvas en el desierto yo hallé a Israel; ví a vuestros padres como brevas en la higuera, en su primera cosecha; mas ellos acudieron a Baal-peor, y se consagraron a la Vergüenza; y se hicieron asquerosos como aquello que amaban.
Jehová es bueno; fortaleza es en el día de aflicción, y conoce a los que confían en él.
Mas ahora, ya que habéis conocido a Dios, o mas bien habéis sido conocidos por Dios, ¿cómo tornáis atrás a aquellos débiles y desvirtuados rudimentos, a que deseáis estar otra vez en servidumbre?
Porque Jehová tu Dios te ha bendecido, oh Israel, en toda obra de tus manos: pues él se ha hecho cargo de tu viaje por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y ninguna cosa te ha hecho falta.
Le halla en una tierra desierta, entre la desolación de una horrorosa soledad; le tiende en derredor su protección, le instruye, le guarda como a la niña de su mismo ojo.
el cual te condujo por aquel desierto tan grande y tan espantoso, de serpientes ardientes y escorpiones, y de sequía, en donde no hay aguas; el cual sacó para ti aguas de la roca durísima;