¿Quiénes entre todos los dioses de los países son los que han librado sus tierras de mi mano, para que pueda Jehová librar a Jerusalem de mi mano?
Oseas 13:4 - Biblia Version Moderna (1929) Mas yo soy Jehová tu Dios, desde la tierra de Egipto, y tú no conocerás a otro Dios fuera de mí; pues que no hay ningún salvador sino yo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí. Biblia Nueva Traducción Viviente «He sido el Señor tu Dios desde que te saqué de Egipto. No debes reconocer a ningún otro Dios aparte de mí, porque no hay otro salvador. Biblia Católica (Latinoamericana) Sin embargo, yo soy Yavé, tu Dios, desde la tierra de Egipto; no conoces otro Dios fuera de mí, ni tienes más Salvador que yo. La Biblia Textual 3a Edicion Sin embargo, desde la tierra de Egipto Yo soy YHVH tu Dios:° No tendrás otros dioses aparte de mí, Ni otro Salvador, sino a mí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero yo soy Yahveh, tu Dios desde el país de Egipto. No reconocerás a otro Dios fuera de mí; ni hay otro salvador que yo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí. |
¿Quiénes entre todos los dioses de los países son los que han librado sus tierras de mi mano, para que pueda Jehová librar a Jerusalem de mi mano?
porque yo soy Jehová tu Dios, el Santo de Israel, Salvador tuyo: yo dí a Egipto por tu rescate, y a Etiopía y a Sabá en lugar de ti.
También he hablado a los profetas, y he multiplicado visiones; por medio de los profetas me he servido de semejanzas.
Y sin embargo, yo soy Jehová tu Dios, desde la tierra de Egipto; te haré habitar otra vez en tiendas, como en los días de la fiesta solemne.
Y trayéndola desde allí, le devolveré sus viñas; y el Valle de Acor será para puerta de esperanza; y ella cantará en coro allí, como en los días de su mocedad, es decir, como en el día que subió de Egipto.
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos.