Hace sentarse a la estéril en medio de familia, gozosa madre de hijos. ¡Aleluya!
Números 5:28 - Biblia Version Moderna (1929) Pero si la mujer no fuere amancillada, sino pura, quedará ilesa y tendrá hijos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas si la mujer no fuere inmunda, sino que estuviere limpia, ella será libre, y será fecunda. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero si ella no se ha contaminado y es pura, entonces saldrá ilesa y todavía podrá tener hijos. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero si la mujer no se hizo impura, sino que ha sido fiel, no sufrirá y podrá tener hijos. La Biblia Textual 3a Edicion Pero si la mujer no se ha mancillado y es pura, quedará ilesa y tendrá descendencia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero si la mujer no se manchó y es pura, quedará lisa, y será fecunda. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas si la mujer no fuere inmunda, sino que estuviere limpia, ella será libre, y será fecunda. |
Hace sentarse a la estéril en medio de familia, gozosa madre de hijos. ¡Aleluya!
En seguida el sacerdote la juramentará, y dirá a la mujer: Si no se ha acostado contigo otro varón, y si no te has desviado a inmundicia con uno que no es tu marido, entonces queda ilesa de estas aguas amargas que acarrean maldición.
La hará pues beber las aguas; y sucederá que si ella fuere amancillada, y se hubiere portado deslealmente con su marido, en tal caso entrarán en ella las aguas que acarrean maldición para convertirse en amargas; y se le hinchará el vientre y caerá su muslo; y será aquella mujer una execración en medio de su pueblo.
¶Esta es la ley de los celos, cuando una mujer se desviare con hombre que no es su marido, y así fuere amancillada;
Porque nuestra ligera aflicción, que no dura sino por un momento, obra para nosotros en alto y aun más alto grado, un peso eterno de gloria;
CUANDO alguno tomare mujer, casándose con ella, sucederá que si ella no hallare favor en sus ojos, por haber él hallado en ella alguna cosa torpe, le podrá escribir carta de repudio, y poniendo ésta en mano de ella, despedirla de su casa.
para que la prueba de vuestra fe (la cual es mucho más preciosa que el oro que perece, aunque sea acrisolado por medio del fuego), sea hallada redundante en alabanza y gloria y honra, al tiempo de la manifestación de Jesucristo;