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Números 35:22 - Biblia Version Moderna (1929)

Mas si por accidente, sin enemistad, le hubiere empujado, o echado sin intento sobre cualquiera cosa;

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Biblia Reina Valera 1960

Mas si casualmente lo empujó sin enemistades, o echó sobre él cualquier instrumento sin asechanzas,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Ahora bien, supongamos que alguien empuja a otro sin enemistad previa, o lanza algo que, sin intención, golpea a otro,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero si lo hirió por inadvertencia y sin enemistad, o si le lanzó cualquier objeto sin mala intención,

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero si casualmente, sin enemistad, lo empuja o lanza sobre él cualquier objeto sin premeditación,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mas si casualmente, y sin odio, lo tira al suelo, o le arroja algún objeto sin mala intención,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas si casualmente lo empujó sin enemistades, o echó sobre él cualquier instrumento sin asechanzas,

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Números 35:22
8 Tagairtí Cros  

Mas cuando no le armare asechanzas, sino que Dios le hiciere caer en su mano, en tal caso yo te señalaré lugar adonde habrá de huir.


os designaréis ciudades convenientes que sean ciudades de refugio para vosotros; para que huya allá el homicida que quitare la vida por yerro.


También si con odio le hubiere empujado, o hubiere echado algo sobre él, de modo que muera,


será muerto irremisiblemente aquel que le dió el golpe; homicida es; el vengador de la sangre, al encontrarle, hará morir al homicida.


o si, sin verle, hubiere dejado caer sobre él cualquiera piedra, de cuyo golpe uno pueda morir, y en efecto muriere, sin que fuese enemigo suyo y sin procurar su daño;


como cuando uno sale con su compañero al bosque, a cortar leña, y al dar su mano el golpe con el hacha para cortar el árbol, se le salta el hacha del mango y da en su compañero, de modo que muera: este tal huirá a cualquiera de aquellas ciudades y vivirá;


para que huya allá el homicida que quitare la vida por yerro, y no a sabiendas; y ellas os servirán de refugio contra el vengador de la sangre.


Y cuando siguiere el vengador de la sangre tras él, no han de entregar al homicida en su mano; porque no a sabiendas mató a su prójimo, y no le odiaba antes.