Y sucedió, luego que Acab vió a Elías, que le dijo Acab: ¿Estás tú aquí, perturbador de Israel?
Números 16:41 - Biblia Version Moderna (1929) ¶Mas aconteció que al día siguiente toda la Congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: ¡Vosotros habéis muerto al pueblo de Jehová! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, tan pronto como la mañana siguiente, toda la comunidad de Israel comenzó de nuevo a murmurar contra Moisés y Aarón diciendo: «¡Ustedes mataron al pueblo del Señor!». La Biblia Textual 3a Edicion Al día siguiente, sin embargo, toda la asamblea de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: ¡Vosotros estáis haciendo morir al pueblo de YHVH! Biblia Reina Valera Gómez (2023) El día siguiente toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová. |
Y sucedió, luego que Acab vió a Elías, que le dijo Acab: ¿Estás tú aquí, perturbador de Israel?
Pero diéronse prisa a echar en olvido sus obras: no esperaron a su consejo,
Dijo, pues, que los destruiría; y lo hiciera, si Moisés su escogido no se hubiera puesto a la brecha delante de él, a fin de volver atrás su ira, para que no los destruyese.
Jehová, tu mano está alzada, mas ellos no ven: verán empero con vergüenza tu celo por tu pueblo; y el fuego devorará a tus contrarios.
Entonces dijeron los príncipes al rey: Rogámoste que este hombre sea muerto; porque debilita las manos de los hombres de guerra que nos quedan aún en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no procura el bienestar de este pueblo, sino su mal.
sino que Baruc hijo de Nería te incita contra nosotros, a fin de entregarnos en manos de los Caldeos, para que nos hagan morir, o nos lleven cautivos a Babilonia.
Entonces Amasías, sacerdote de Bet-el, envió a Jeroboam rey de Israel, diciendo: ¡Amós conspira contra ti en medio de la casa de Israel; no puede la tierra soportar sus palabras!
Y murmuraron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les decía toda la Congregación: ¡Ojalá hubiéramos muerto en la tierra de Egipto! u ¡ojalá hubiéramos muerto en este desierto!
Bienaventurados sois vosotros cuando os vituperaren, y os persiguieren, y dijeren de vosotros toda suerte de mal, por mi causa, mintiendo.
gritando: ¡Varones de Israel, favor! ¡Éste es el hombre que anda enseñando a todos, en todas partes, contra el pueblo de Dios, y contra la ley, y contra este lugar; y a más de esto, ha introducido a griegos también en el Templo, y ha profanado este santo lugar!
diciendo: ¿No os mandamos estrechamente que no enseñaseis en este nombre? ¡Y he aquí que habéis henchido a Jerusalem de vuestra enseñanza, e intentáis traer sobre nosotros la sangre de este hombre!
Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron, heridos por el destruidor.
por medio de honra y deshonra, por medio de mala fama y buena fama; como impostores, y sin embargo veraces;
Éstos son murmuradores, quejumbrosos, que andan en pos de sus concupiscencias, y su boca profiere palabras hinchadas, teniendo en admiración las personas de los hombres, por motivos de interés.