Números 11:26 - Biblia Version Moderna (1929) Pero se habían quedado dos de aquellos hombres en el campamento, siendo el nombre del uno Eldad y el nombre del segundo Medad; y descansó sobre ellos el Espíritu (pues fueron contados entre los inscritos, mas no habían salido al Tabernáculo), y ellos profetizaron en medio del campamento. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y habían quedado en el campamento dos varones, llamados el uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban estos entre los inscritos, pero no habían venido al tabernáculo; y profetizaron en el campamento. Biblia Nueva Traducción Viviente Sin embargo, dos hombres, Eldad y Medad, se habían quedado en el campamento. Ellos estaban incluidos en la lista de los ancianos, pero no se presentaron en el tabernáculo. Aun así, el Espíritu también se posó sobre ellos y profetizaron allí en el campamento. Biblia Católica (Latinoamericana) Dos hombres se habían quedado en el campamento, el primero se llamaba Eldad y el otro, Medad; el espíritu se posó sobre ellos. Pertenecían a los inscritos, pero no habían ido a la Tienda, y profetizaron en el campamento. La Biblia Textual 3a Edicion Habían quedado en el campamento dos varones, uno de nombre Eldad y el segundo de nombre Medad. El Espíritu reposó también sobre ellos, pues figuraban entre los inscritos, y aunque no habían ido a la Tienda, profetizaron en el campamento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se habían quedado en el campamento dos hombres, el uno llamado Eldad y el otro Medad. El espíritu se posó también sobre ellos, porque eran del número de los designados, aunque no habían ido a la tienda, y profetizaron en el campamento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y habían quedado en el campamento dos varones, uno llamado Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban estos entre los escritos, mas no habían salido al tabernáculo; y profetizaron en el campamento. |
Tú empero con larga espera los sufriste muchos años, y testificaste contra ellos por tu Espíritu, por conducto de tus profetas: pero ellos no dieron oídos; por lo cual los entregaste en mano de los pueblos de las tierras.
Moisés empero respondió a Dios: ¿Quién soy yo, para que vaya a Faraón, y para que saque a los hijos de Israel de Egipto?
Mas yo contesté: ¡Ay Jehová, Señor! ¡he aquí que no sé hablar, porque soy niño!
Luego mandó Jeremías a Baruc, diciendo: Yo estoy encerrado; no puedo entrar en la Casa de Jehová;
Corrió por tanto un mancebo, y lo hizo presente a Moisés, diciendo: ¡Eldad y Medad están profetizando en medio del campamento!
Luego alzó Balaam los ojos, y vió a Israel acampado conforme a sus tribus; y estuvo sobre él el Espíritu de Dios;
Por lo cual preguntaron otra vez a Jehová: ¿Ha venido aún ese hombre? Y respondió Jehová: Hele allí escondido entre el bagaje.
Entonces se apoderará de ti el Espíritu de Jehová, de manera que tú profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre.
Sin embargo Saúl no dijo nada aquel día; porque decía entre sí: Será un accidente; no estará limpio; de seguro no estará limpio.