Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Números 11:10 - Biblia Version Moderna (1929)

¶Y oyó Moisés al pueblo, cómo familias enteras lloraban, cada cual a la entrada de su tienda; y encendióse la ira de Jehová en gran manera; y también  a Moisés le pareció cosa intolerable.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda; y la ira de Jehová se encendió en gran manera; también le pareció mal a Moisés.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Moisés escuchó los lloriqueos de las familias a la entrada de sus carpas y el Señor se enfureció. Moisés también estaba muy molesto,

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Moisés oyó que el pueblo lloraba, cada familia a la entrada de su tienda, mientras ardía la cólera de Yavé. Moisés se afectó mucho por eso.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y oyó Moisés al pueblo, cómo familias enteras lloraban, cada cual a la entrada de su tienda. Y la ira de YHVH se encendió grandemente, y también fue desagradable ante los ojos de Moisés.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Oyó Moisés cómo el pueblo lloraba, familia por familia, cada uno a la entrada de su tienda. Y se encendió en gran manera la cólera de Yahveh. A Moisés le desagradó esto en gran manera

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y oyó Moisés al pueblo, que lloraba por sus familias, cada uno a la puerta de su tienda: y el furor de Jehová se encendió en gran manera; también pareció mal a Moisés.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Números 11:10
19 Tagairtí Cros  

sino murmuraron en sus tiendas, y no escucharon la voz de Jehová.


¿No debo yo odiar a los que te odian, oh Jehová, y disgustarme con los que se levantan contra ti?


Por tanto, al oír esto, Jehová se indignó; y encendióse fuego en Jacob, y subió de punto la ira contra Israel;


Oyó Dios, e indignóse; y aborreció en gran manera a Israel:


Por esta causa se ha encendido la ira de Jehová contra su pueblo, y él ha extendido su mano contra ellos, y los ha herido; de modo que tiemblan las montañas, y sus cadáveres son como basura en medio de las calles. ¡Con todo esto no se aparta su ira, sino que su mano está aún extendida!


Y tú, por tu misma culpa, serás privada de tu herencia que te dí; y te haré servir a tus enemigos en una tierra que nunca conociste: porque habéis encendido un fuego en mi ira que arderá para siempre.


MAS sucedió que murmuró el pueblo, hablando perversamente en oídos de Jehová; lo cual oyó Jehová, y encendióse su ira; de modo que ardió en medio de ellos el fuego de Jehová, y devoraba por todo el campamento.


Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has tratado tan mal a tu siervo? ¿y por qué he hallado tan poca gracia en tus ojos que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí?


Y de noche, cuando descendía el rocío sobre el campamento, descendía el maná juntamente con él.


(Y aquel varón Moisés era muy manso, más manso que ningún hombre de cuantos había sobre la faz de la tierra.)


Y enardecióse la ira de Jehová contra ellos; y se fué.


Ellos pues se retiraron de las habitaciones de Coré, Datán y Abiram, por todos lados; y Datán y Abiram salieron y estuvieron en pie a la entrada de sus tiendas, con sus mujeres y sus hijos y sus pequeñuelos.


Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés, diciendo: ¿Por qué nos habéis hecho subir de Egipto para morir en el desierto? que no hay pan, y no hay agua; ¡y nuestra alma tiene ya aborrecido este pan detestable!


Y viendo esto Jesús, llenóse de indignación, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo estorbéis; porque de los tales es el reino de Dios.


Y mirándolos en torno suyo con indignación, entristecido a causa de la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano.  Y él la extendió; y la mano le fue restituída.


Porque se ha encendido un fuego en mi ira que arderá hasta lo más hondo del infierno; y consumirá la tierra y sus productos, y abrasará los cimientos de los montes.