No pongáis, pues, vuestra confianza en la violencia, y no os envanezcáis en la rapiña: cuando se aumenten las riquezas, no pongáis en ellas vuestro corazón.
Nahúm 3:1 - Biblia Version Moderna (1929) ¡AY de la ciudad sanguinaria! toda ella está llena de mentiras y de rapiña: nunca suelta la presa. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 ¡Ay de ti, ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y de rapiña, sin apartarte del pillaje! Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Qué aflicción le espera a Nínive, la ciudad de crímenes y mentiras! Está saturada de riquezas y nunca le faltan víctimas. Biblia Católica (Latinoamericana) Pobre de la ciudad de sangre, toda llena de mentira, de rapiña, de incesantes robos. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Ay de la ciudad sanguinaria y traidora, Repleta de rapiñas, insaciable de despojos! Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Ay de la ciudad sanguinaria, toda ella mentira, repleta de rapiñas, de pillaje sin tregua! Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¡Ay de la ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y de rapiña, no se aparta del pillaje! |
No pongáis, pues, vuestra confianza en la violencia, y no os envanezcáis en la rapiña: cuando se aumenten las riquezas, no pongáis en ellas vuestro corazón.
A la hora de la tarde, ¡he aquí el espanto! mas antes de la mañana ¡el enemigo ya no existe! ¡Ésta es la porción de los que nos despojan, y la suerte de los que nos saquean!
No se beberá el vino con canciones; amargo será el licor embriagante a los bebedores de él.
¿Quién entregó Jacob para ser saqueado, y a Israel a los robadores? ¿No fué Jehová, contra quien hemos pecado? porque los suyos no quisieron andar en sus caminos, ni fueron obedientes a su ley.
¡No hay más que perjurio, y mala fe, y homicidio, y hurto y adulterio! ¡rompen por todo; y un charco de sangre toca a otro!
El león destrozaba lo suficiente para sus cachorros, y ahogaba para sus leonas; llenando sus cuevas de rapiña, y sus guaridas de presa.
¡He aquí que estoy yo contra ti, dice Jehová de los Ejércitos; y reduciré a humo tus carros de guerra, y a tus leoncillos los devorará la espada; y cortaré de la tierra tu rapiña; y no será oída más la insolente voz de tus mensajeros!
¡Ay de aquel que edifica una ciudad con derramada sangre humana, y acimienta una villa con iniquidad!