Asecha de encubierto, como el león desde su cueva; asecha para arrebatar al pobre: arrebata al pobre, trayéndole en su red.
Miqueas 7:2 - Biblia Version Moderna (1929) El hombre piadoso perecido ha de la tierra, y no hay ya recto entre los hombres; todos ellos ponen asechanzas para derramar la sangre, cazan cada cual a su hermano con una red; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano. Biblia Nueva Traducción Viviente La gente que sigue a Dios ha desaparecido; no queda ni una sola persona honrada sobre la tierra. Son todos asesinos; les tienden trampas hasta a sus propios hermanos. Biblia Católica (Latinoamericana) Los creyentes han desaparecido del país, y entre sus habitantes no se encuentra ni siquiera un hombre justo. La Biblia Textual 3a Edicion Desapareció el piadoso de la tierra, Y no hay más hombres rectos. Todos acechan para derramar sangre; Cada cual caza a su prójimo con una red. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Desapareció de la tierra el piadoso, no queda un justo entre los hombres: todos acechan para derramar sangre, unos a otros se tienden redes, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pereció el hombre bueno de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres: todos acechan por sangre; cada uno caza a su hermano con red. |
Asecha de encubierto, como el león desde su cueva; asecha para arrebatar al pobre: arrebata al pobre, trayéndole en su red.
¡SALVA, Jehová, porque se acaban los piadosos; porque desaparecen los fieles de entre los hijos de los hombres!
Cada uno habla mentira con su prójimo; hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.
Tendieron mis enemigos una red a mis pasos; y fué oprimida mi alma: cavaron un hoyo delante de mí; mas cayeron ellos en él. (Pausa.)
Si dijeren: Ven tú con nosotros; pongamos asechanzas pana derramar sangre; escondamos lazos, sin motivo, para el inocente;
Las palabras de los inicuos son asechanzas para derramar sangre; pero la boca de los rectos los librará.
Y el pueblo mismo se hará vejámenes uno al otro, y cada cual contra su prójimo: el muchacho se portará con insolencia contra el anciano, y el vil contra el honorable.
EL justo perece, mas ninguno hace caso de ello; y los hombres piadosos mueren, sin que nadie reflexione, que el justo es quitado de delante del mal que viene.
Sus pies corren hacia el mal, y se apresuran a derramar la sangre inocente; sus pensamientos son pensamientos de iniquidad; desolación y destrucción están en sus caminos.
Por la ira de Jehová de los Ejércitos está entenebrecida la tierra, y el pueblo es como pábulo del fuego; no hay hombre que perdone a su hermano;
He aquí que enviaré a traer muchos pescadores, dice Jehová, que los pesquen; y después enviaré a traer muchos cazadores que los cacen por todas las montañas, y por todos los collados y por las hendiduras de las peñas.
Porque entre mi pueblo se hallan hombres inicuos: están a la mira, como asechan, los cazadores de aves; ponen trampas, prenden a hombres.
Estuve atento y escuché; mas no hablaban lo que es recto; no hubo quien se arrepintiese de su maldad, diciendo: ¿Qué he hecho yo? Cada uno de ellos se ha vuelto a su carrera, como el caballo se lanza arrebatadamente a la batalla.
TSADE.- ¡Los enemigos cazaban nuestros pasos, de modo que no podíamos transitar por las calles: cercano está nuestro fin, cumplidos son nuestros días; porque ya ha llegado nuestro fin!
Admiten cohecho en ti para derramar sangre: has tomado usura y ganancia, y has robado a tus vecinos por medio de extorsión; y te has olvidado de mí, dice Jehová el Señor.
¶Por tanto, así dice Jehová el Señor: ¡Ay de la ciudad sanguinaria, la olla cuyo verdín está en ella, y cuyo verdín no sale de ella! ¡Saca pues cada una de las piezas! no cayó sobre ella suerte.
¡OÍD esto, oh sacerdotes! ¡escuchad también, los de la casa de Israel; y los de la casa del rey, prestad oído; porque este juicio es para vosotros! puesto que vosotros habéis sido un lazo en Mizpa, y una red tendida sobre el Tabor.
Y al modo que las cuadrillas de bandidos asechan a los hombres, así bandas de sacerdotes matan por el camino de Siquem: pues que cometen execrable maldad.
Pero ya ha mucho que mi pueblo se levanta contra mí como enemigo: despojáis la ropa juntamente con el manto de los que van pasando seguros, como hombres enemigos de guerra.
los que edificáis a Sión con derramada sangre, y a Jerusalem con iniquidad!
a vosotros, que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo? ¿los que arrebatáis a los pobres hasta la piel, y la carne de sobre sus huesos;
Porque no me compadeceré más de los habitantes de la tierra, dice Jehová; pues he aquí que entregaré los hombres cada cual en mano de su prójimo, y en mano de su rey; los cuales asolarán la tierra; y no los libraré de su mano.
Y los judíos también tomaron parte en la acusación, afirmando que estas cosas eran así.
Y, padre mío, mira, sí, mira la falda de tu manto en mi mano; que en cortarte yo la falda de tu manto, sin matarte, bien puedes saber y ver que no hay en mi mano maldad ni transgresión alguna; y que no he pecado contra ti, aunque tú estás cazando mi vida para quitármela.
Ahora bien, no caiga mi sangre a tierra, desechada de la presencia de Jehová; porque ha salido el rey de Israel a buscar una pulga; como quien persigue una perdiz en las montañas.