No vemos ya nuestras señales de ser pueblo tuyo; no hay más profeta, ni hay entre nosotros quien sepa hasta cuándo dure esto.
Miqueas 3:7 - Biblia Version Moderna (1929) Entonces serán avergonzados los videntes, abochornados los adivinos; y todos ellos se cubrirán el labio, por cuanto no viene ninguna respuesta de Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces ustedes, videntes, serán avergonzados y ustedes, adivinadores, serán deshonrados. Cubrirán sus rostros, porque no hay respuesta de Dios». Biblia Católica (Latinoamericana) Los videntes se llenarán de vergüenza, y los adivinos, de confusión; unos y otros se taparán la cara porque Dios no les responde. La Biblia Textual 3a Edicion Los videntes serán avergonzados, los adivinos confundidos, Y todos ellos tendrán que cerrar la boca, Porque no habrá respuesta de ’Elohim. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quedarán avergonzados los videntes y los adivinos confundidos. Todos ellos se taparán la boca, porque no hay respuesta de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los videntes serán avergonzados, y confundidos los adivinos; y todos ellos cubrirán sus labios, porque no hay respuesta de Dios. |
No vemos ya nuestras señales de ser pueblo tuyo; no hay más profeta, ni hay entre nosotros quien sepa hasta cuándo dure esto.
Y no podían los magos presentarse delante de Moisés a causa de los tumores; porque los tumores estaban en los magos y en todos los Egipcios.
el que frustra las señales de los impostores, y enloquece a los adivinos; el que torna atrás a los sabios, y entontece su ciencia;
Entonces ellos dijeron: ¡Vamos, tramemos nosotros un enredo contra Jeremías! porque la ley nunca dejará de asistir al sacerdote, ni al sabio el consejo, ni el oráculo al profeta. ¡Vamos pues, y traspasémosle con las saetas de la lengua, y no prestemos atención a ninguna de sus palabras!
Gime, mas en silencio; no harás el duelo de muertos; átate el turbante; y ponte el calzado en los pies; y no cubras el labio, ni comas el pan de hombres que están de luto.
Y vosotros haréis como yo he hecho: no cubriréis el labio, ni comeréis el pan de hombres que están de luto;
¶Y en cuanto al hombre leproso que tuviere la llaga, sus vestidos han de quedar rasgados, y su cabeza ha de estar descubierta, y él se tapará la boca, y clamará de continuo: ¡Inmundo! ¡inmundo!
He aquí que vienen días, dice Jehová el Señor, en que enviaré hambre sobre la tierra; no hambre de pan, ni escasez de agua, sino de oír las palabras de Jehová.
Entonces clamarán a Jehová, mas no les responderá; y en ese tiempo esconderá él de ellos su rostro según han maleado sus obras.
Esto lo verán las naciones, y se avergonzarán de todo su poderío; pondrán la mano sobre su boca; sus oídos serán sordos.
Y acontecerá en aquel día que se avergonzarán los profetas, cada cual de su visión cuando profetizare; y no vestirán más que un manto de pelo para engañar.
Preguntó pues Saúl a Dios: ¿Descenderé contra los Filisteos? ¿los entregarás en mano de Israel? Mas no le respondió aquel día.
Entonces dijo Samuel a Saúl: ¿Por qué has turbado mi reposo, haciéndome subir? Y respondió Saúl: Me veo en grande estrecho; porque los Filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y ya no me responde más, ni por medio de profetas, ni por sueños; por tanto te he hecho llamar, para que me hagas saber lo que debo hacer.
Y Saúl consultó a Jehová; mas Jehová no le respondió, ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.
(Antiguamente en Israel cuando iban los hombres a consultar a Dios decían así: Venid y vayamos al vidente; porque al profeta de hoy, se le llamaba anteriormente el vidente.)