Y las puertas de Sión se lamentarán, y se vestirán de luto; ¡y ella, desolada, se sentará en tierra!
Miqueas 1:9 - Biblia Version Moderna (1929) ¡Porque están ya desahuciadas las llagas de ella; pues que llega el mal hasta Judá; alcanza el castigo hasta las puertas de mi pueblo, hasta Jerusalem! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Porque su llaga es dolorosa, y llegó hasta Judá; llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues la herida de mi pueblo es demasiado profunda para sanar. Ha llegado hasta Judá, aun hasta las puertas de Jerusalén. Biblia Católica (Latinoamericana) porque las llagas de Samaria son incurables y han llegado hasta Judá, alcanzando la capital de mi pueblo, la misma Jerusalén. La Biblia Textual 3a Edicion Porque su llaga° es incurable, y ésta alcanzará también a Judá, Se propagará hasta la puerta de mi pueblo, En medio de Jerusalem. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Su llaga es incurable, se ha expandido hasta Judá, ha llegado hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque su llaga es dolorosa, que llegó hasta Judá; llegó hasta la puerta de mi pueblo, hasta Jerusalén. |
Y las puertas de Sión se lamentarán, y se vestirán de luto; ¡y ella, desolada, se sentará en tierra!
Y ACONTECIÓ que en el año catorce del rey Ezequías, subió Senaquerib rey de Asiria contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y apoderóse de ellas.
Entonces el rey de Asiria envió a Rabsaces desde Laquís a Jerusalem, al rey Ezequías, con ejército grande; e hizo alto Rabsaces junto al acueducto del estanque superior, junto a la calzada del campo del Batanero.
¿Por qué es perpetuo mi dolor; y mi herida desahuciada rehusa ser curada? ¿Serás del todo para conmigo como un torrente falaz, como aguas que engañan la esperanza?
¡Sube a Galaad y toma para ti bálsamo, oh virgen hija de Egipto! ¡Pero en vano te multiplicas los medicamentos; no hay curación para ti!
Porque la habitadora de Marot espera con ansia el bien; puesto que por parte de Jehová el mal ha descendido a la puerta misma de Jerusalem.
Por tanto, yo también te he herido de una llaga muy grave, te he hecho una desolación a causa de tus pecados.
No hay cura para tu quebranto; gravísima es tu herida; todos los que oyeren el rumor de ti, darán palmadas sobre ti; porque ¿sobre quien no ha pasado continuamente tu maldad?