¶Mas aconteció que cuando Eliseo, el varón de Dios, supo que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió al rey, diciendo: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Ruégote venga él a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.
Mateo 9:33 - Biblia Version Moderna (1929) Y echado fuera el demonio, el mudo hablaba: y las gentes quedaron asombradas, diciendo: ¡Nunca se vió semejante cosa en Israel! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jesús expulsó al demonio y después el hombre comenzó a hablar. Las multitudes quedaron asombradas. «¡Jamás sucedió algo así en Israel!», exclamaron. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús echó al demonio, y el mudo empezó a hablar. La gente quedó maravillada y todos decían: 'Jamás se ha visto cosa igual en Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Y echado fuera el demonio, el mudo habló, y la multitud, asombrada, exclamó: ¡Nunca se vio cosa igual en Israel! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Una vez arrojado el demonio, habló el mudo. La gente quedó admirada y decía: 'Jamás en Israel se ha visto nada semejante'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y echado fuera el demonio, el mudo habló; y las multitudes se maravillaban, y decían: Jamás se había visto cosa semejante en Israel. |
¶Mas aconteció que cuando Eliseo, el varón de Dios, supo que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió al rey, diciendo: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Ruégote venga él a mí, y sabrá que hay profeta en Israel.
entonces el cojo saltará como ciervo, y cantará la lengua del mudo: porque revientan aguas en el desierto, y arroyos en el yermo.
tú que obraste señales y maravillas en la tierra de Egipto, notorias hasta el día de hoy, tanto en Israel como, entre los demás hombres; y te has hecho renombre, como hoy se ve,
Y oyéndolo Jesús, se maravilló; y dijo a los que le seguían: En verdad os digo, que ni aun en Israel he hallado fe tan grande.
¶Y al salir ellos, he aquí que le trajeron un hombre mudo, endemoniado.
Y levantóse, y alzando al punto la camilla, salió delante de todos ellos; de modo que quedaron asombrados todos, y glorificaban a Dios, diciendo: ¡Jamás vimos semejante cosa!
¶Y estaba echando fuera un demonio, que era mudo; y sucedió que al salir el demonio, habló el mudo; y las multitudes se maravillaron.
Y cuando Jesús oyó esto, maravillóse de él; y volviéndose al gentío que le seguía, dijo: Os digo, que ni aun en Israel he hallado fe tan grande.