El hacer justicia y equidad más acepto es a Jehová que el sacrificio.
Mateo 9:13 - Biblia Version Moderna (1929) Id, pues, y aprended qué significa esto: Deseo la misericordia, y no el sacrificio; porque no vine a llamar justos, sino pecadores. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego añadió: «Ahora vayan y aprendan el significado de la siguiente Escritura: “Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios”. Pues no he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores». Biblia Católica (Latinoamericana) Vayan y aprendan lo que significa esta palabra de Dios: Me gusta la misericordia más que las ofrendas. Pues no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Id y aprended qué significa:° Misericordia quiero y no sacrificio!,° porque no vine a llamar a justos sino a pecadores.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Id, pues, y aprended qué significa: Amor quiero y no sacrificios: porque no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. |
El hacer justicia y equidad más acepto es a Jehová que el sacrificio.
Porque quiero la misericordia y no el sacrificio, y el conocimiento de Dios más bien que los holocaustos.
Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando tuvo hambre él y los que con él estaban;
¿O no habéis leído en la ley, cómo en los sábados, los sacerdotes en el Templo profanan el sábado, y quedan sin culpa?
Mas si supieseis qué significa esto: Deseo la misericordia y no el sacrificio, no hubierais condenado a los inocentes.
Y él respondiendo, dijo: ¿Nunca habéis leído que el Creador, desde el principio, los hizo varón y hembra,
Jesús les dice: ¿Nunca habéis leído en las Escrituras: La piedra que desecharon los arquitectos, ella misma ha venido a ser cabeza del ángulo: por parte del Señor fué hecho esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos?
¶Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos; porque el reino de los cielos se ha acercado.
Pero en cuanto a los muertos, que ellos hayan de resucitar, ¿nunca leísteis en el Libro de Moisés, en el pasaje acerca de la zarza como le habló Dios, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob?
y amarle a él con todo el corazón, y con toda el alma, y con toda la inteligencia, y con todas las fuerzas, y el amar uno al prójimo como a sí mismo, más es que todos los holocaustos y los sacrificios.
Y Jesús, oyendo esto, les dice: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos; no vine a llamar justos sino pecadores.
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
y que arrepentimiento y remisión de pecados fuesen predicados en su nombre a todas las naciones, comenzando desde Jerusalem.
Y respondiendo Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos:
Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije: Dioses soís?
Al oír ellos estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: Luego a los gentiles también les ha concedido Dios arrepentimiento para vida.
Entonces Pedro les dijo: ¡Arrepentíos, y sed bautizados, cada uno de vosotros, en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo!
testificando a judíos y también a griegos, el arrepentimiento hacia Dios y la fe hacia nuestro Señor Jesucristo.
¶¡Arrepentíos pues, y volveos a Dios; para que sean borrados vuestros pecados! para que así vengan tiempos de refrigerio de la presencia del Señor;
A éste, Dios le ensalzó con su diestra para ser Príncipe y Salvador, a fin de dar arrepentimiento a Israel, y remisión de pecados.
No es tardo el Señor respecto de esa su promesa, como algunos la reputan tardanza; sino que aguarda con paciencia en orden a nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.