indigno soy de todas las mercedes y de toda la fidelidad de que has usado para con tu siervo: porque con mi báculo pasé este Jordán, y ahora he venido a ser dos campamentos.
Mateo 8:8 - Biblia Version Moderna (1929) Mas el centurión respondiendo, dijo: Señor, no soy digno de que entres debajo de mi techado: pero di solamente una palabra, y mi criado quedará sano: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Biblia Nueva Traducción Viviente —Señor —dijo el oficial—, no soy digno de que entres en mi casa. Tan solo pronuncia la palabra desde donde estás y mi siervo se sanará. Biblia Católica (Latinoamericana) El capitán contestó: 'Señor, ¿quién soy yo para que entres en mi casa? Di no más una palabra y mi sirviente sanará. La Biblia Textual 3a Edicion Pero el centurión, respondiendo, dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo, pero sólo dilo de palabra, y mi siervo será sanado, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Le contestó el centurión: 'Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo; bastará con que lo digas y mi criado se curará. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; mas solamente di la palabra, y mi siervo sanará. |
indigno soy de todas las mercedes y de toda la fidelidad de que has usado para con tu siervo: porque con mi báculo pasé este Jordán, y ahora he venido a ser dos campamentos.
Tú has oído el anhelo de los humildes, oh Jehová; sosegarás su corazón, harás atento tu oído,
Envía su palabra, y los sana, y los hace escapar de sus destrucciones.
Toma la vara, y reune la Congregación, tú y Aarón tu hermano; y hablad a la peña, a vista de ellos, y ella dará sus aguas; así les sacarás agua de la peña, y darás de beber a la Congregación y a sus ganados.
Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento; mas el que viene después de mí, más poderoso es que yo, cuyos zapatos no soy digno de llevarle: él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.
Pero Juan quería estorbárselo del todo, diciendo: Yo he menester ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
Y extendiendo la mano, le tocó, diciendo: Quiero: sé limpio. Y al instante su lepra fué limpiada.
porque aun yo, siendo hombre subalterno, tengo saldados sujetos a mí; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo: haz que yo sea como uno de tus jornaleros.
Y el hijo le decía: Padre, he pecado contra el cielo, y delante de ti: ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo.
Simón Pedro, pues, viendo esto, cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador!
el mismo que viene después de mí, a quien yo no soy digno de desatar la correa de su zapato.