¡Ay de los que llaman a lo malo bueno, y a lo bueno malo; que ponen tinieblas por luz, y luz por tinieblas; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
Mateo 6:22 - Biblia Version Moderna (1929) La lumbrera del cuerpo es el ojo; si, pues, tu ojo fuere sencillo, todo tu cuerpo estará lleno de luz; Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; Biblia Nueva Traducción Viviente »Tu ojo es como una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo está sano, todo tu cuerpo está lleno de luz; Biblia Católica (Latinoamericana) Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo. Si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si tus ojos están malos, todo tu cuerpo estará en obscuridad. La Biblia Textual 3a Edicion La lámpara del cuerpo es el ojo. Así que, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El ojo es como la lámpara del cuerpo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará iluminado; Biblia Reina Valera Gómez (2023) La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo estará lleno de luz. |
¡Ay de los que llaman a lo malo bueno, y a lo bueno malo; que ponen tinieblas por luz, y luz por tinieblas; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
Ni se enciende una lámpara y se pone debajo del celemín, sino en el candelero; y alumbra a todos los que están en la casa.
Y de día en día asistían constantemente en el Templo; y partiendo el pan en casa, tomaban el alimento con alegría y con sencillez de corazón,
Pero témome, no sea que, como la serpiente engañó a Eva con su sutileza, así también vuestras mentes sean corrompidas, y se aparten de la sencillez y pureza que es en Cristo.
¶Siervos, sed obedientes a los que, según la carne, son vuestros amos, con temor y temblor, en sencillez de vuestro corazón, como a Cristo:
Siervos, obedeced en todo a los que según la carne son vuestros amos; no obedeciendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo al Señor: