Pero la senda de los justos es como la luz de la aurora, que se va aumentando en resplandor hasta que el día es perfecto.
Mateo 5:14 - Biblia Version Moderna (1929) Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre una montaña no se puede esconder. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Biblia Nueva Traducción Viviente »Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Biblia Católica (Latinoamericana) Ustedes son la luz del mundo: ¿cómo se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte? La Biblia Textual 3a Edicion Vosotros sois la luz del mundo.° Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. |
Pero la senda de los justos es como la luz de la aurora, que se va aumentando en resplandor hasta que el día es perfecto.
¶Así dice Jehová el Señor: ¡Ésta es Jerusalem! En medio de los paganos la puse yo, y al rededor de ella están los demás países.
Mientras tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hechos hijos de la luz. ¶Estas cosas dijo Jesús, y luego se fué, y escondióse de ellos.
Él era una antorcha que ardía y resplandecía; y vosotros quisisteis alegraros por algún tiempo en su luz.
Otra vez, pues, Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida.
¶No seáis unidos en yugo desigual con los que no creen: ¿pues qué consorcio tiene la justicia con la iniquidad? ¿o qué comunión tiene la luz con las tinieblas?
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha, en medio de una generación torcida y perversa, entre quienes resplandecéis, como lumbreras celestiales, en el mundo,
porque todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día; nosotros no somos de la noche, ni de las tinieblas.
el misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y los siete candelabros de oro. Las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias; y los siete candelabros son las siete iglesias.
Recuerda, por tanto, de donde has caído, y arrepiéntete, y haz de nuevo tus primeras obras; de otra suerte, yo iré a ti, y quitaré tu candelabro de su lugar, a menos que te arrepientas.