Porque yo, Jehová, amo la justicia; aborrezco la rapiña para holocausto; mas a aquellos les daré su recompensa fielmente; haré con ellos un pacto eterno.
Mateo 27:6 - Biblia Version Moderna (1929) Y los jefes de los sacerdotes, recogiendo los siclos de plata, dijeron: No es lícito echarlos en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Biblia Nueva Traducción Viviente Los principales sacerdotes recogieron las monedas. «No sería correcto poner este dinero en el tesoro del templo —dijeron—, ya que se usó para pagar un asesinato». Biblia Católica (Latinoamericana) Los jefes de los sacerdotes recogieron las monedas, pero dijeron: 'No se puede echar este dinero en el tesoro del Templo, porque es precio de sangre. La Biblia Textual 3a Edicion Y los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro,° por cuanto es precio de sangre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los pontífices recogieron las monedas de plata y dijeron: 'No se deben echar en el tesoro del templo, porque son precio de sangre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los príncipes de los sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro, porque es precio de sangre. |
Porque yo, Jehová, amo la justicia; aborrezco la rapiña para holocausto; mas a aquellos les daré su recompensa fielmente; haré con ellos un pacto eterno.
Y tirando los siclos de plata hacia el Santuario, partió, y fué, y se ahorcó.
Mas habida consulta, compraron con ellos el Campo del Alfarero, para sepultura de extranjeros.
Mas vosotros decís: Si alguno dijere al padre o a la madre: Es corbán (es decir, ofrendado a Dios) aquello en que tú pudieras ser servido por mí, quedará desobligado;
¶En seguida condujeron a Jesús desde Caifás al Pretorio: era temprano; y ellos no entraron dentro del Pretorio, por no contaminarse, sino que pudiesen comer la pascua.
No traerás la paga de ramera, ni el precio de tal perro, a la Casa de Jehová tu Dios, por ningún voto; porque una y otro son abominación a Jehová tu Dios.