Mas Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: ¡Te conjuro por el Dios vivo, que nos digas, si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios!
Mateo 27:54 - Biblia Version Moderna (1929) El centurión, pues, y los que con él hacían la guardia de Jesús, viendo el terremoto y las cosas que sucedieron, temieron en gran manera, diciendo: ¡Verdaderamente Hijo de Dios era éste! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente este era Hijo de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente El oficial romano y los otros soldados que estaban en la crucifixión quedaron aterrorizados por el terremoto y por todo lo que había sucedido. Dijeron: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!». Biblia Católica (Latinoamericana) El capitán y los soldados que custodiaban a Jesús, al ver el temblor y todo lo que estaba pasando, se llenaron de terror y decían: 'Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y el centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, viendo el terremoto y lo que estaba sucediendo, se atemorizaron en gran manera, diciendo: ¡Verdaderamente éste era Hijo de Dios! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando el centurión y los que con él estaban custodiando a Jesús sintieron el terremoto y lo que pasaba quedaron sobrecogidos de espanto y decían: 'Realmente, éste era Hijo de Dios'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el centurión y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente Éste era el Hijo de Dios. |
Mas Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: ¡Te conjuro por el Dios vivo, que nos digas, si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios!
y diciendo: ¡Tú que derribas el Templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo! ¡Si Hijo eres de Dios, desciende de la cruz!
Confió en Dios; líbrele ahora, si le quiere; porque ha dicho: De Dios soy Hijo.
Y, he aquí, el velo del Santuario se rasgó en dos, de alto a bajo; y tembló la tierra; y las rocas se hendieron;
Y acercándose el tentador, le dijo: Si Hijo eres de Dios, manda que estas piedras se hagan panes.
¶Y cuando hubo entrado en Capernaum, vino a él un centurión rogándole,
Y cuando el centurión, que estaba enfrente de él, vió que expiró de esta manera, dijo: ¡Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios!
Dijeron entonces todos ellos: ¿Luego tú eres el Hijo de Dios? Y les dijo: Vosotros decís que lo soy.
Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y conforme a nuestra ley él debe morir; por cuanto se ha hecho Hijo de Dios.
Y HABÍA cierto hombre en Cesarea, llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana,
¶Y habiendo ellos oído estas cosas, fueron compungidos de corazón, y dijeron a Pedro y los otros apóstoles: ¡Varones hermanos! ¿qué haremos?
El cual, al momento, tomando soldados y centuriones, corrió allá a ellos: y cuando vieron al tribuno y a los soldados, cesaron de golpear a Pablo.
Pablo entonces, llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este joven al tribuno; porque tiene algo que decirle.
Entonces, llamando a dos de los centuriones, dijo: Aprontad doscientos soldados para ir hasta Cesarea, y setenta de caballería, y doscientos lanceros, para la hora tercera de la noche:
Y CUANDO se resolvió que hubiésemos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a ciertos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta.
Mas el centurión, queriendo salvar a Pablo, les estorbó su intento; y mandó que los que podían nadar, se arrojasen los primeros y llegasen a tierra,
que fué declarado ser Hijo de Dios, con poder, según el espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos,)
Y en aquella hora sucedió un gran terremoto, y cayó la décima parte de la ciudad, y fueron muertas en el terremoto siete mil personas; y los demás fueron atemorizados, y dieron gloria al Dios del cielo.