Dí mi espalda a los que me herían, y mis mejillas a los que me arrancaban la barba; no escondí mi rostro de la afrenta y del esputo.
Mateo 27:26 - Biblia Version Moderna (1929) Les soltó, pues, a Barrabás; mas habiendo hecho azotar a Jesús, le entregó para ser crucificado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado. Biblia Nueva Traducción Viviente Así fue que Pilato dejó a Barrabás en libertad. Mandó azotar a Jesús con un látigo que tenía puntas de plomo, y después lo entregó a los soldados romanos para que lo crucificaran. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Pilato les soltó a Barrabás. Mandó azotar a Jesús y lo entregó a los que debían crucificarlo. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, lo entregó para que fuera crucificado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces les soltó a Barrabás y, después de mandar azotar a Jesús, se lo entregó para que lo crucificaran. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado. |
Dí mi espalda a los que me herían, y mis mejillas a los que me arrancaban la barba; no escondí mi rostro de la afrenta y del esputo.
Pero fué traspasado por nuestras transgresiones, quebrantado fué por nuestras iniquidades, el castigo de nuestra paz cayó sobre él, y por sus llagas nosotros sanamos.
y le entregarán a los gentiles, para que hagan escarnio de él, y le azoten, y crucifiquen: mas al tercer día será resucitado.
los cuales le escarnecerán, y le escupirán, y le azotarán, y le matarán: pero después de tres días resucitará.
Así que Pilato, deseando contentar al pueblo, les soltó a Barrabás, y entregó a Jesús, después de haberlo azotado, para que fuese crucificado.
Entonces lo entregó a ellos, para que fuese crucificado. ¶Ellos pues tomaron a Jesús; y le condujeron al suplicio.
quien mismo llevó nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, a fin de que nosotros, estando muertos a los pecados, viviésemos a la justicia: por cuyas llagas vosotros fuisteis sanados.