Porque el rey de Babilonia se ha detenido donde se divide el camino en dos, al principio de los dos caminos, para usar de adivinación: sacude las flechas; pregunta a sus ídolos domésticos; inspecciona el hígado de las víctimas.
Mateo 22:9 - Biblia Version Moderna (1929) Por tanto id a las salidas de los caminos, y a cuantos hallareis, convidadlos a las bodas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora salgan a las esquinas de las calles e inviten a todos los que vean”. Biblia Católica (Latinoamericana) Vayan, pues, a las esquinas de las calles e inviten a la fiesta a todos los que encuentren'. La Biblia Textual 3a Edicion Id pues a las encrucijadas de los caminos, y llamad a la fiesta de bodas a cuantos halléis. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salid, pues, a las encrucijadas de los caminos, y a todos cuantos encontréis, convidadlos al banquete'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. |
Porque el rey de Babilonia se ha detenido donde se divide el camino en dos, al principio de los dos caminos, para usar de adivinación: sacude las flechas; pregunta a sus ídolos domésticos; inspecciona el hígado de las víctimas.
Y no te pongas en las encrucijadas para matar a los suyos que se escapen; y no entregues los suyos que le queden, en el día de su angustia.
Dícenle: Porque nadie nos ha contratado. Díceles: Id vosotros también a la viña.
Y saliendo aquellos siervos a los caminos, juntaron a cuantos hallaron, así malos como buenos; y las bodas se llenaron de comensales.
Entonces dijo a sus siervos: Las bodas están aparejadas, pero los convidados no eran dignos.
y que arrepentimiento y remisión de pecados fuesen predicados en su nombre a todas las naciones, comenzando desde Jerusalem.
Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Yo te he puesto por luz de las naciones, para que lleves la salvación hasta los fines de la tierra.
A mí, que soy el más ínfimo de todos los santos, ha sido dada esta gracia, el que predique entre las naciones las riquezas inescrutables de Cristo,
¶Y el Espíritu y la esposa dicen ¡Ven! y el que oye, diga: ¡Ven! y el que tiene sed, ¡venga! ¡y el que quiera, tome del agua de la vida, de balde!