El inicuo lo verá, y se enojará; crujirá los dientes, y desfallecerá; ¡el deseo de los inicuos perecerá!
Mateo 22:13 - Biblia Version Moderna (1929) Entonces el rey dijo a los asistentes: Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el rey dijo a sus asistentes: “Átenlo de pies y manos y arrójenlo a la oscuridad de afuera, donde habrá llanto y rechinar de dientes”. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces el rey dijo a sus servidores: 'Atenlo de pies y manos y échenlo a las tinieblas de fuera. Allí será el llorar y el rechinar de dientes'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el rey dijo a los sirvientes: Atadlo de pies y manos y echadlo a la oscuridad de afuera, allí será el llanto° y el crujido de los dientes; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces el rey dijo a los sirvientes: 'Atadlo de pies y manos y arrojadlo a la oscuridad, allá afuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, llevadle y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. |
El inicuo lo verá, y se enojará; crujirá los dientes, y desfallecerá; ¡el deseo de los inicuos perecerá!
¡DESPIÉRTATE, despiértate! ¡vístete de tu fortaleza, oh Sión! ¡vístete tus ropas de hermosura, oh Jerusalem, ciudad santa! Porque no volverá más a entrar en ti el incircunciso y el inmundo.
y a ciertos hombres, de los más poderosos de su ejército, les mandó atar a Sadrac, Mesac y Abed-nego, para echarlos en medio del horno ardiendo en fuego.
O ¿cómo puede uno entrar en lacasa del poderoso y saquear sus alhajas, si primero no amarra al poderoso? y entonces saqueará su casa.
Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega: y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Coged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas el trigo recogedlo en mi granero.
y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro, y el crujir de dientes.
y los echarán en el horno defuego: allí será el lloro y el crujir de dientes.
y le azotará con la mayor severidad, y le señalará su parte con los hipócritas: allí será el lloro y el crujir de dientes.
Y al siervo inútil echadle a las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes.
mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes.
Allí será el lloro y el crujir de dientes, cuando viereis a Abraham, y a Isaac, y a Jacob, y a todos los profetas en el reino de Dios, mas a vosotros echados fuera.
En verdad, en verdad te digo: Cuando eras joven, tú mismo te ceñías, y andabas por donde querías; mas cuando seas viejo, extenderás tus manos, y otro te ceñirá, y te llevará a donde tú no quieras.
Y viniendo éste a nosotros, cogió el ceñidor de Pablo, y atándose las manos y los pies, dijo: Así dice el Espíritu Santo: De esta manera atarán los judíos en Jerusalem al hombre, cuyo es este ceñidor, y le entregarán en mano de los gentiles.
¶Y al oír estas cosas, fueron cortados hasta el corazón, y crujían contra él los dientes.
los cuales sufrirán el castigo de eterna perdición, procedente de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,
¶Estos son fuentes sin agua, neblinas impelidas por una tempestad; para quienes es reservada la negrura de las tinieblas.
Porque si Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que precipitándolos al infierno, los encerró en abismos de tinieblas, siendo guardados así para el juicio;
olas embravecidas del mar, que espuman sus propias obras vergonzosas; estrellas errantes, a quienes ha sido reservada la negrura de las tinieblas para siempre!
¶También a los ángeles que no guardaron su original estado, sino que dejaron su propia habitación, los ha guardado en prisiones eternas, bajo tinieblas, hasta el juicio del gran día.
Y no entrará jamás en ella ninguna cosa inmunda, ni quien haga abominación, o diga mentira; sino solamente aquellos que están escritos en el libro de la vida del Cordero.