¿Acaso nunca le fué contado a mi señor lo que hizo tu siervo cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; cómo escondí de los profetas de Jehová cien hombres, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra, y los sustenté con pan y agua?
Mateo 21:35 - Biblia Version Moderna (1929) Mas los labradores, tomando a los siervos, apalearon al uno, y mataron al otro, y al otro apedrearon. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero los agricultores agarraron a los siervos, golpearon a uno, mataron a otro y apedrearon a un tercero. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero los labradores tomaron a los enviados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon. La Biblia Textual 3a Edicion Pero los labradores, tomando a sus siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero los viñadores echaron mano a los criados y al uno lo apalearon, al otro lo mataron y al otro lo apedrearon. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas los labradores, tomando a los siervos, golpearon a uno, y a otro mataron, y a otro apedrearon. |
¿Acaso nunca le fué contado a mi señor lo que hizo tu siervo cuando Jezabel mataba a los profetas de Jehová; cómo escondí de los profetas de Jehová cien hombres, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra, y los sustenté con pan y agua?
pues había acontecido, cuando Jezabel iba extirpando a los profetas de Jehová, que Abdías tomó a cien profetas, y los escondió, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra; y los sustentó con pan y agua);
Y él respondió: Muy celoso he sido por causa de Jehová, el Dios de los Ejércitos; porque los hijos de Israel han desechado tu pacto, y han derribado tus altares, y han muerto a cuchillo a tus profetas; ¡y he quedado yo, yo solo; y buscan mi vida para quitármela!
Por lo cual envió Jezabel un mensajero a Elías, diciendo: ¡Así hagan conmigo los dioses, y más aún, si mañana, como a estas horas, no pongo yo tu vida como la vida de cualquiera de ellos!
Acercóse entonces Sedequías hijo de Canaana, y dándole a Micaya un bofetón, le dijo: ¿Por dónde pasó el Espíritu de Jehová de mí, para hablar contigo?
Y airóse Asa contra el vidente y le echó en una cárcel; porque estaba enojado con él a causa de esto: y Asa maltrató a varios del pueblo en ese tiempo.
¶Pero ellos se hicieron perversos, y rebeláronse contra ti, echando tu ley detrás de sus espaldas; y mataron a tus profetas, los cuales testificaron contra ellos para hacerlos volver a ti; y cometieron grandes provocaciones.
En vano he castigado a vuestros hijos; pues no reciben la corrección: vuestra misma espada ha devorado a vuestros profetas, como un león asolador.
Y aconteció que como acabase Jeremías de hablar todo lo que Jehová le había mandado decir a todo el pueblo, le prendieron los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo, diciendo: ¡Morirás sin remedio!
Y los príncipes estallaron en ira contra Jeremías, y le azotaron, y le pusieron en la cárcel, en la casa de Jonatán secretario; porque a ésta la habían convertido en cárcel.
Y cuando se acercaba el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen los frutos de ella.
Otra vez les envió otros siervos, en mayor número que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera.
¡Regocijaos y llenaos de júbilo; porque grande es vuestro galardón en los cielos! pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? ¡y ellos mataron a aquellos que anunciaban de antemano la venida del Justo, de quien ahora vosotros habéis venido a ser los entregadores y matadores!
¶Y cuando abrió el quinto sello, ví debajo del altar las almas de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Dios, y a causa del testimonio que mantenían: