¿Quién es el hombre que teme a Jehová? a éste le dirigirá por el camino que él escogiere:
Mateo 2:9 - Biblia Version Moderna (1929) Ellos, pues, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que vieron en Oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando, se paró sobre donde estaba el niño. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de esa reunión, los sabios siguieron su camino, y la estrella que habían visto en el oriente los guio hasta Belén. Iba delante de ellos y se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de esta entrevista con el rey, los Magos se pusieron en camino; y fíjense: la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. La Biblia Textual 3a Edicion Después de oír al rey, ellos se fueron, y he aquí la estrella que vieron en el oriente los precedía, hasta que llegó y se detuvo sobre donde estaba el niño. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después de oír al rey, se pusieron en marcha. La estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que vino a pararse encima del lugar donde estaba el niño. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. |
¿Quién es el hombre que teme a Jehová? a éste le dirigirá por el camino que él escogiere:
diciendo: ¿Dónde está el rey de los Judíos que ha nacido? porque en Oriente vimos su estrella, y hemos venido para tributarle homenaje.
Y enviándolos a Bet-lehem, dijo: Id, y averiguad exactamente lo que haya acerca del niño; y cuando le hallareis, hacédmelo saber, de modo que yo también vaya y le tribute homenaje.
Y también tenemos, más firme, la palabra profética; a la cual hacéis bien en estar atentos, como a una lámpara que luce en un lugar tenebroso, hasta que el día esclarezca, y el lucero nazca en vuestros corazones;