la cual abandona al compañero de su juventud, y se olvida del pacto de su Dios:
Mateo 19:6 - Biblia Version Moderna (1929) Así que ya no son dos, sino una misma carne. Por tanto, lo que Dios juntó en uno, no lo separe el hombre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Biblia Nueva Traducción Viviente Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido. Biblia Católica (Latinoamericana) De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre. La Biblia Textual 3a Edicion Así que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unció al mismo yugo° no lo separe un hombre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Por consiguiente, lo que Dios unió, no lo separe el hombre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así que no son ya más dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unió, no lo separe el hombre. |
la cual abandona al compañero de su juventud, y se olvida del pacto de su Dios:
Y con todo vosotros decís: ¿Por qué? Porque Jehová es el testigo entre ti y la mujer de tu juventud, contra quien te has portado deslealmente, aunque ella sea tu compañera y la mujer de tu pacto.
Porque Jehová, el Dios de Israel, ni ha dicho que aborrece el repudio, y a aquel también que cubre con su manto actos de violencia: Jehová de los Ejércitos lo ha dicho: por tanto guardad solícitamente vuestro espíritu, y no os portéis deslealmente.
y dijo: Por esta causa dejará el hombre a su padre y a su madre, y quedará unido a su mujer; y los dos serán hechos una misma carne?
Ellos le dicen: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio y repudiarla?
Porque la mujer que tiene marido, ligada está por la ley a su marido, mientras éste vive; mas si hubiere muerto el marido, ella queda desobligada de la ley del marido.
Así también deben los hombres amar a sus propias mujeres, como a sus mismos cuerpos: el que ama a su mujer, se ama a sí mismo.
¶Honroso sea el matrimonio entre todos, y sea el lecho conyugal sin mancilla; porque a los fornicarios de una parte, y a los adúlteros de otra, Dios los juzgará.